En 2014, 570.000 jóvenes fueron titulares de derecho del Progresar; poco más de 6 de cada 10 fueron mujeres; y el 14% de los/as jóvenes volvieron a estudiar.
Tal como lo explicó la presidenta Cristina Fernández de Kirchner en el anuncio de la semana pasada, lo que se realizó es un aumento del beneficio mensual del Programa Progresar de 600 a 900 pesos por estudiante y se elevó el techo de ingresos familiares para recibir ese subsidio de 4.716 a 14.148 pesos.
Asimismo, se definió que los jóvenes padres y madres de 18 a 24 años y los hijos/as de las empleadas de casas particulares, sea cual fuere su condición económica, puedan acceder al Programa.
Por otra parte, se simplificó la presentación de los certificados necesarios para obtener el beneficio y se incorporó la ayuda escolar anual de 700 pesos a la Asignación Universal por Hijo, para equiparla con las asignaciones familiares que reciben los trabajadores registrados.
Del análisis de la composición de las personas beneficiadas con el Programa Progresar, se desprende que el 15 por ciento de las y los jóvenes tiene 18 años; el 25 por ciento, 19; el 20 por ciento, 20 años; el 15 por ciento, 21; el 11 por ciento, 22; el 8 por ciento, 23, y el 6 por ciento, 24.
Asimismo, según un informe producido por la Anses, del total de las personas beneficiadas, 61 % son mujeres. "Ello destaca el carácter inclusivo de la política, que prevé, además, que aquellas personas que tengan hijos/as puedan acceder a este beneficio, constituyendo una herramienta que permite promover la inclusión de las mujeres en ámbitos laborales donde todavía persisten prácticas laborales de discriminación por género", concluyó Mouratian.
Fuente: Télam