La cantata compuesta por Hoff calificada como "profana" a diferencia de las de las religiosas es considerada la obra cumbre del compositor Alémán contemporáneo, fallecido en 1982.
Además de la coreografía de Wainrot la escenografía y vestuario estuvieron a cargo de Carlos Gallardo, y la iluminación de Eli Sirlin.
La obra se basa en manuscritos antiguos hallados por monjes germanos y sus textos que exaltan los placeres de la vida, están escritos en latín.
A ambos lados del escenario se colocaron dos pantallas gigantes para que los espectadores, que aplaudieron de pie el final de la puesta, pudieran apreciar detalles de la obra.
Fuente: 26noticias.com.ar