Catamarca
Miercoles 24 de Abril de 2024
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El Obispo Diocesano inauguró el Año Jubilar Paulino en Catamarca

En el transcurso de la misa oficiada el pasado domingo en la Catedral Basílica de Nuestra Señora del Valle, el Obispo Diocesano, Mons. Luis Urbanč, dio inicio al Año Jubilar Paulino en Catamarca, que redundará en gracias especiales para los fieles de la Diócesis.

DIARIOC, 30/06/2008) El mismo culminará el 29 de junio de 2009. El Jubileo se realiza en el marco del nacimiento de San Pablo Apóstol, al igual que en el resto del mundo.

En la oportunidad, se dio lectura al decreto sobre los alcances de esta celebración, emitido por el Obispo Diocesano, quien exhortó a esta porción del pueblo de Dios a “promover vigorosamente la celebración del “Año Jubilar Paulino” en la Iglesia de Catamarca, en toda su amplitud, para que sea de verdad un año de gracias recibidas y de esfuerzos realizados en pro de un mayor aprovechamiento espiritual de los fieles y de más profundo conocimiento y práctica de la apostólica herencia que San Pablo legó”.

Gracias especiales

En su resolución, el instrumento pastoral establece: “Conceder indulgencias plenarias a los fieles que, cumplidas las habituales condiciones impuestas por la Iglesia, participen en una celebración sacra o en un pío ejercicio tenido públicamente en honor de San Pablo:

1. En el Santuario y Catedral Basílica de Nuestra Señora del Valle y en las Sedes Parroquiales de “San José Obrero”, “Nuestra Señora de Luján”, “Santa Rosa de Lima”, en el Departamento Santa Rosa, y “San Juan Bautista”, todos los días del año jubilar.
2. En todas las Sedes Parroquiales, los días 29 de junio del presente año y 29 de junio del año venidero, como así también en el día del Santo Patrono y de la Santa Patrona de la Parroquia.
3. En los templos dedicados a San Pablo, todos los días del año jubilar.
4. En los templos de los pueblos que llevan el nombre del Santo Apóstol, todos los días del año jubilar”.

En este sentido, recuerda a los fieles que “las condiciones impuestas por la Iglesia para beneficiarse con la Indulgencia plenaria al realizar la obra prescripta, son las siguientes: estar debidamente purificados mediante el sacramento de la penitencia, comulgar el día de realización de la obra prescripta, orar por las intenciones del Papa y tener intenciones de ser enriquecidos espiritualmente por la gracia de la Indulgencia”.

Por último, exhorta a los fieles a “concebir el don de las indulgencias como regalo del Señor, Quien les allana el sendero para obtener en grado sumo la purificación interior, exalta su vida sobrenatural y los impulsa a dar frutos de obras buenas”.

¿Qué es una indulgencia?

Se designa con el nombre de indulgencia la remisión (absolución) de la pena temporal debida por los pecados perdonados ya en el sacramento de la reconciliación, en lo que se refiere a la culpa.

En la indulgencia, la Iglesia, empleando su potestad de administradora de la redención de Cristo, no solamente pide, sino que con autoridad concede al fiel convenientemente dispuesto, el perdón de las penas temporales merecidas por sus pecados.

Para entender estas doctrinas y esta práctica de la Iglesia es preciso recordar que el pecado tiene una doble consecuencia. El pecado grave priva de la comunión con Dios y por ello nos hace incapaces de la vida eterna, cuya privación se llama “pena eterna” del pecado. Por otra parte, todo pecado, incluso venial, entrañaría apego desordenado a las criaturas que tienen necesidad de purificación, sea en esta vida, sea después de la muerte en el estado que se llama purgatorio.

Esta purificación libera de lo que se llama la “pena temporal” del pecado.

Estas penas, las “eternas” y la “temporal” no son como una especie de venganza de Dios sino consecuencias del mismo pecado.

Una conversión que proviene de una ferviente caridad puede llegar a la total purificación del pecado, de modo que no subsistiría ninguna pena.

Por lo tanto, la Indulgencia plenaria o los actos de caridad perfecta son los que purifican de la pena que merecemos por nuestros pecados.

 ¿Quién fue San Pablo?

San Pablo se llamaba Saulo, nació en Tarso de Cilicia, discípulo del maestro Gamaliel. Hombre de carácter fuerte y vehemente, educado en el judaísmo como fariseo.

 Se dedicaba a perseguir cristianos y meterlos preso. Fue testigo de la lapidación de Esteban (él es el joven que sostiene las túnicas de los que apedrean).
Yendo un día de Jerusalén a Damasco cayó del caballo por el resplandor de una luz y escuchó una voz que le decía: "Saulo, Saulo ¿por qué me persigues?".
En Damasco recuperó la vista y se dedicó a predicar el evangelio de Jesús.

Viajero incansable realizó tres grandes recorridos por el Mediterráneo que lo llevaron hasta la propia capital de la cultura antigua: Atenas. Pasó numerosos peligros, fundó diversas comunidades con las que se comunicaba con cartas que se incluyen en el Nuevo Testamento de la Biblia.

Polemizador, culto y sagaz, es llamado Apóstol de los Gentiles (paganos). Fue apresado por el Sanedrín y enviado a Roma para ser juzgado como ciudadano romano, siendo decapitado en el año 67.


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