Es una comunidad de antaño, ya que por ella pasa el camino del Inca que comunicaba El Shincal (Londres-Belén) hacia el Alto Perú. Esta localidad, a la que Mons. Urbanc llegó por primera vez, cuenta con un pequeño asentamiento de pocas familias, algunas de las cuales están dispersas en diferentes puestos. Allí está emplazado un oratorio dedicado a San Pantaleón, que sirve como punto de encuentro de la gente para rezar. Debido a la poca capacidad de esta pequeña construcción, para esta ocasión especial, los pobladores se reunieron en la escuela rural, donde fue recibido con mucha emoción y agradecimiento.
En las instalaciones escolares, Mons. Urbanc presidió la Santa Misa , y luego compartió el almuerzo con los habitantes de esta zona ubicada en la jurisdicción de la parroquia San Juan Bautista Niño. Fue acompañado en esta travesía de la fe por el Cura Párroco, Pbro. Estaban Chaile, y el Vicario Parroquial, Pbro. José Aguirre.
El Obispo dialogó y llevó los Sacramentos a estas familias, que debido a la falta de comunicación fluida que viven deben hacer frente a problemas de salud, educativos, fitosanitarios y sociales, aunque en ella se encuentra una escuela rural de nivel primario y una posta sanitaria.