Para Mario Bergoglio, de 78 años, esta es la segunda Misa de Gallo que celebra como sumo pontífice de más de 1.200 católicos en el mundo, recordó la agencia DPA.
Francisco entró a la basílica de San Pedro precedido por 10 niños de distintos países que depositaron flores frente la figura del niño Jesús ante unas 8.000 personas siguieron la misa en la basílica y otras 3.000 fieles ubicados en la plaza San Pedro del Vaticano.
"La respuesta del cristiano no puede ser más que aquella que Dios da a nuestra pequeñez. La vida tiene que ser vivida con bondad, con mansedumbre", agregó.
El Papa instó a los fieles a rezar para recibir "la gracia de la ternura en las circunstancias más duras de la vida. Concédeme la gracia de la cercanía en las necesidades de los demás, de la humildad en cualquier conflicto".
La Navidad, que celebra el nacimiento de Jesús en Belén, "nos presenta el nacimiento del Salvador como luz que irrumpe y disipa la más densa oscuridad. La presencia del Señor en medio de su pueblo libera del peso de la derrota y de la tristeza de la esclavitud, e instaura el gozo y la alegría", agregó.
Fuente: Télam