Asimismo, “el Papa alienta a las instituciones civiles y eclesiales, así como a las personas de buena voluntad, a prestar con caridad y espíritu de solidaridad cristiana la necesaria ayuda a cuantos han perdido sus hogares o sus bienes personales, con estos sentimientos el Santo Padre imparte a los afectados y a cuantos los socorren la confortadora bendición apostólica”.
La carta fue dada a conocer por el Nuncio Apostólico en Argentina, Mons. Emil Paul Tscherrig.