El pontífice recibió las cartas credenciales del nuevo embajador de Chile ante la Santa Sede, Fernando Zegers Santa Cruz.
Señaló que, a pesar de la lejanía, lleva a Chile "muy dentro de mi corazón, y muy especialmente después del terrible terremoto sufrido recientemente".
"Desde el primer momento, quise mostrar mi cercanía al pueblo chileno y, a través de la visita de mi Secretario de Estado, el Cardenal Tarcisio Bertone, hice llegar mi consuelo y esperanza a las víctimas, a sus familiares y a los numerosos damnificados, a quienes tengo muy presentes en mi oración", afirmó.
A este respecto, agregó, "quiero resaltar y valorar la unidad del pueblo chileno ante las desgracias, su respuesta tan generosa y solidaria cuando el sufrimiento arrecia".
Recordó que este año Chile celebra el bicentenario de su independencia y que el año pasado celebró el 25 aniversario de la firma del Tratado de paz y amistad con Argentina que, con la mediación pontificia, puso fin al diferendo austral.
Subrayó por otra parte que cuando la Iglesia alza su voz en defensa de la vida humana "desde su concepción hasta su ocaso natural, o la promoción de la familia fundada en el matrimonio entre un hombre y una mujer", no actúa por un interés particular, sino "lo hace por el bien de toda la sociedad".
El "pueblo chileno sabe bien que la Iglesia en esa Nación colabora sincera y eficazmente, y desea seguir haciéndolo, en todo aquello que contribuya a la promoción del bien común, del justo progreso y de la pacífica y armónica convivencia de todos los que viven en esa hermosa tierra", expresó.
Fuente: AP
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