De hecho, hace pocos días, durante una visita a la comunidad aimara de Callamarca, en el altiplano de La Paz, por donde pasa uno de los tramos de la red caminera, la directora de la Unesco, Irina Bokova, sostuvo que espera que "dentro de una semana, el Qhapaq Ñan, este gran proyecto, será inscrito en la lista de Patrimonio Mundial".
Bokova destacó a los medios internacionales que es "muy importante" por el trabajo realizado durante años con expertos de los seis paí­ses que postularon el sistema vial y que, "después de todos estos esfuerzos", permitió su ingresó en la recta final del proceso, según informó la agencia de noticias EFE.
Asimismo indicó que el valor de esta postulación no se restringe solamente al sistema vial, sino "a toda la tradición, la historia, las identidades de los pueblos, las diferentes comunidades", por lo que, según dijo, están "muy orgullosos" del trabajo realizado.
Este sistema vial fue propuesto a la lista de Patrimonio Mundial de la Unesco como un proyecto conjunto entre los gobiernos de Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador y Perú, que desde hace más de diez años trabajan en conjunto en un proceso original y de innovadora cooperación regional.
El Qhapaq Ñan fue la columna vertebral del poder político y económico del Tawantinsuyo, el Estado Inca, y se constituyó como una red de caminos de más de 30.000 kilómetros de largo que conectaba centros de producción administrativos y ceremoniales, cubriendo una extensa área geográfica, que va desde el centro oeste de Argentina y Chile hasta el sur occidente de Colombia.
A lo largo de la historia, esta red caminera que atraviesa la cordillera de los Andes fue utilizada para el traslado de pueblos, de ejércitos de más de 40.000 personas así como el tránsito de caravanas de llamas para el transporte de mercancías y materias primas. Su magnitud vinculaba las tierras bajas cálidas desiertas del Pacífico con las húmedas de la región amazónica, y con las zonas medias y el frío altiplano andino.
En Argentina, atraviesa las provincias de Jujuy, Salta, Tucumán, Catamarca, La Rioja, San Juan y Mendoza, de los que se conservan casi 119 kilómetros.
En la antigüedad los incas construyeron carreteras que cruzaron el altiplano, valles y desiertos para llegar al territorio chileno, a través de las montañas.
Fuente: Télam