Las armas podrán ser entregadas de 9 a 14 de manera anónima y a cambio el organismo otorga una retribución económica de entre 500 y 2.000 pesos.
En el momento de la entrega se toma el número de serie, tipo y calibre de las armas, que son inmediatamente inutilizadas con una prensa hidráulica y el proceso finaliza cuando el Renar destruye y funde el material en una planta siderúrgica.
Aquellas que estén relacionadas con procesos judiciales pendientes son separadas y quedan sujetas a los procesos administrativos que corresponden.
Por otra parte, personal del organismo está realizando charlas de concientización en los colegios acerca de los riesgos por tenencia y uso de armas de fuego.
La política de destrucción tiene como objetivo la eliminación total del arma de fuego y la imposibilidad de que vuelva al circuito y pueda ser utilizada ante situaciones conflictivas y violentas. El método argentino, que consiste en la inutilización, destrucción y fundición, es pionero en la región y recibió elogios del Mercosur.
El Programa Nacional de Entrega Voluntaria de Armas de Fuego recibió en Nueva York el premio "Política del Futuro 2013", otorgado por la Oficina de Asuntos de Desarme de Naciones Unidas, el Consejo Mundial del Futuro y la Unión Interparlamentaria.
Fuente: Télam