Grimaux se mostró reconfortada de poder entr4egarf este pequeño reconocimiento a artesanas, que de acuerdo dijo como tantas otras personalidades del medio, “apuntalan todos los días nuestras tradiciones , nuestra cultura, lo que nos da identidad”.
Las artesanas homenajeadas por la Cámara alta, han posicionado a Catamarca en uno de los lugares más importantes de la textilería tradicional argentina. Selva Díaz lo ha hecho con sus ponchos de guarda atada que engalanan los aperos de los jinetes criollos más exigentes. Por su parte Guillermina Zarate, fina tejedora de vicuña, crea con sus manos prensas dignas de ajuares principescos que recuerdan aquellas ofrendas que en tiempos antiguos se hacían al Inca. Adalcira Flores de Andrada es en tanto, el hada que aprisiona todos los colores y los matices para sus suntuosas telas bordadas. Y Lydia Pabla Romero de Quiroga, hace del capullo de un pequeño gusano de nuestros montes, el coyoyo, mantas y chales de texturas sin igual, expresó de cada una de ellas la conductora Mariana Ventrice durante el acto de reconocimiento a las artesanas por parte del Senado.
En la ocasión también la secretaría de Cultura hizo entrega a las mismas, de sendas plaquetas recordatorias.