La ceremonia estuvo presidida por el obispo auxiliar de la Diócesis de Santiago del Estero, monseñor Ariel Torrado Mosconi, junto al rector del santuario, presbítero Alejandro Gordillo, y sacerdotes de varias parroquias de las diócesis de Santiago del Estero y Añatuya, que misionan en la Villa.
En una multitudinaria procesión, la cruz milagrosa fue trasladada hasta el árbol en el que fue encontrada, lugar donde se desarrolló la Santa misa.
Una vez finalizada la ceremonia religiosa, la procesión salió nuevamente en dirección de la plaza principal de la Villa, donde se encuentra el templete, donde fue depositada la cruz para presidir los actos que finalizarán el domingo.
Desde mucho antes de la ceremonia de la “bajada” de la cruz, cientos de peregrinos formaban una interminable fila que desde la escalinata que lleva al templete, se extendía por varias cuadras en torno de la plaza.
Los servidores que comenzaron a llegar el miércoles por la mañana, asistían a los promesantes, quienes desafiaron el intenso sol de la siesta con la intención de estar entre los primeros en tomar gracias ante la Cruz del milagro.
Fuente: elliberal.com.ar