Catamarca
Viernes 29 de Marzo de 2024
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El arte y sus efectos colaterales en la 55 Bienal Veneciana

Eventos colaterales da título a las 47 muestras, instalaciones y performances de todo el mundo que tomaron iglesias, casas, canales y museos de toda Venecia en vísperas de la apertura de su 55 Bienal de Arte, interviniendo con la vanguardia contemporánea el paisaje de una ciudad conservada sobre siglos de historia.
Afiches varios empapelan vaporettos (buses acuáticos), puentes y muros; señalan puertas pequeñas que dan al Canal Grande y signan viajes a las islas que fluctúan entre arte oriental, con fuerte presencia este año en la bienal, shows láser que transforman fachadas de edificios renacentistas o excentricidades como "The museum of everything", "el primer museo errante de artistas inexpertos, involuntarios y no descubiertos de nuestro tiempo".

La cartelería de la Bienal empapela una Venecia que por estos días, con su hotelería completa y una primavera de poco sol y bastantes chaparrones, parece la Torre de Babel después de la caída, con turistas, artistas y amantes del arte pululando por cada rincón y hablando en los más diversos idiomas.

Las propuestas se multiplican y parecen inabarcables: Desde el portugués Pedro Cabrita Reis, uno de los más reconocidos artistas portugueses del momento; pasando por el chino Ai Weiwei, proscrito en su país y anunciado como su mejor sólo del año; al inglés Marc Quinn, uno de los exponentes más originales de la "Young British Art".

"This is not a Taiwan Pavilion" (Este no es un pabellón de Taiwán) hace sonreír a quienes se topan con el irónico título de la exhibición taiwanesa que bucea en una preocupación compartida, la urgencia de la convivencia en un mundo global, a partir de la identidad del otro, de lo extranjero.

Un Quinn escultural rompe el paisaje veneciano frente a la inspirada Basílica de San Giorgio Maggiore; desde el vaporetto se ve una inmensa mujer, gorda por su embarazo y manca, levantar y bajar la cabeza alternativamente, en un rosado que se funde con el cielo de la tarde y suma contrastes para quien ingresa al edificio de medidas perfectas que guarda oscuros lienzos de Tintoretto.

Otra isla, Murano, recibe el choque colateral con "Glasstres" y un grupo de artistas que reflexionan sobre luz, fuego y golpes, "elementos destructivos-creativos relacionados con la formación del universo y el caos" para los curadores de la Bienal; elementos a los que hay que prestar atención para artesanos y trabajadores del vidrio que desde este rincón del planeta envían al resto del mundo transformado en delicadas piezas de joyería o estatuitas de animales, entre otros.

La sacralidad de la iglesia de San Antonio es perturbada por Wiewei, quien presenta "Straight" (recta), trabajo realizado con extensas tiras de acero que se usaron para apuntalar las escuelas derrumbadas en el terremoto de Sichuan en 2008; un nuevo capítulo en su reconocida carrera reflejando la actualidad china, basada en la crítica social legítima y la libre expresión.

El bullicio de Plaza San Marco encuentra un remanso en la quietud de la Biblioteca Nacional Marciana; el clima siempre agitado de este punto neurálgico de la ciudad con sus miles de turistas, vendedores ambulantes y ´gondolieri´ ofreciendo paseos por el canal, se aquieta en el silencio de "Arts and knowledge" (arte y conocimiento), muestra montada entre una de las colecciones de textos clásicos más vasta del mundo.

Mientras que los ecos góticos del Palazzo Falier adquieren un carácter extrañamente despojado con la instalación de Cabrita, "A remote Wishper" (un suspiro remoto), que hace flotar y escurrirse por 700 metros cuadrados de habitaciones y pasillos tubos de aluminio, luces fluorescentes y cableados que redibujan el interior de su piso principal.

El arte suma contrapuntos en Venecia, con "The future Generation Art Prize Venice", colectivo global formado por "21 artistas o estados independientes que despliegan su cartografía de posturas, tendencias revolucionarias y de futuras generaciones artísticas en casi todos los continentes".

O "Back to Back", que se suma con un evento colectivo sin filtro curatorial de corte performático; y "Becaming", el devenir planteado por un sorprendente grupo de artistas chinos que revisan la actualidad de su país desde el lente de la globalización.

La agitación que ya se ve en los pasajes, calles y canales venecianos se intensificará durante los próximos cincos meses, a partir del sábado próximo cuando la Bienal abra sus puertas a los curiosos y ansiosos que ya plantaron bandera y presencia en sus aguas verdes.

Fuente: Télam

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