Así, los once traductores de Inferno pasaron dos meses encerrados en un complejo subterráneo de alta seguridad en Milán, sin celulares y con acceso restringido a internet, una estrategia que impidió las filtraciones surgidas en cambio durante los días previos al lanzamiento del volumen que clausuró la saga de "Harry Potter", de J.K. Rowling.
Las reservas del libro han superado justamente a las de Una vacante imprevista, la primera novela para adultos escrita por la autora británica, algo previsible si se tiene en cuenta que El código Da Vinci (2003), con 81 millones de ejemplares y traducción a 48 lenguas, se convirtió en el libro más vendido de todos los tiempos.
Se sabe que con esta nueva historia, Brown ha decidido volver a fijar domicilio literario en Italia -y al mismo tiempo abandonar las alusiones eclesiásticas que le valieron la condena de varios sectores, incluido el entonces Papa Benedicto XVI- para centrarse en la visión del infierno planteada por el Dante en su célebre poema épico.
Inferno, que saldrá a la venta en las librerías argentinas y españolas apenas dos días después de su lanzamiento en inglés, es la cuarta entrega del escritor tras Ángeles y demonios, El código Da Vinci y El símbolo perdido y a su vez marca el regreso del experto en simbología Robert Langdon, quien lejos del retiro deberá resolver intricados acertijos vinculados a la iconografía del arte clásico.
En esta ocasión, el profesor -que al comienzo de la historia recupera la conciencia en una sala de hospital sin saber cómo ha llegado hasta allí- volverá a perderse un semestre de clases en la Universidad de Harvard para internarse en un supuesto enigma oculto en La Divina Comedia, en especial su relectura del infierno.
El recorrido de la obra de Alighieri arranca por el infierno y plantea una estructura de nueve círculos poblados de pecadores que Brown ha decidido mantener en su thriller y explora desde la trama ambientada en Florencia la persistente influencia del mito del infierno evocado por el escritor italiano a comienzos del siglo XIV.
"Con Inferno, como con mis anteriores libros, los únicos elementos ficticios son los personajes; todas las obras de arte, historia, localizaciones, documentos y ciencia son reales. Langdon debe navegar en un nuevo paisaje de códigos, símbolos y ciencia a través de algo más que unos pocos pasadizos secretos", adelantó Brown a los periódicos.
"No escribí ahora de los masones ni de historias antiguas, que es algo etéreo. No fue hasta el siglo XIV y esta versión del infierno que se convirtió en algo terrible. Dante tuvo mucha influencia en la visión cristiana del infierno", aseguró al Sunday Times este hombre de 48 años que transformó su amor por los códigos secretos, los símbolos y las conspiraciones una marca de fábrica.
El escritor iniciará hoy su gira mundial: su primer acto público será mañana en el Lincoln Center de Nueva York, luego pasará por Londres y Dublín, y recalará en Madrid el próximo 30 de mayo.
Dos de las novelas de Brown ya fueron adaptadas al cine: El código Da Vinci, dirigida en 2005 por Ron Howard con la actuación de Tom Hanks, Audrey Tautou, Ian McKellen, Alfred Molina, Paul Bettany y Jean Reno, en tanto que el mismo director rodó en 2009 Ángeles y demonios, también con Hanks en el rol protagónico.
Por su parte, está previsto que El símbolo perdido, la última novela de Brown, sea llevada a la pantalla grande por Columbia Pictures a mediados o finales del 2014, con Howard y Hanks en los roles de director y actor principal, respectivamente.
Fuente: Télam