El comandante mayor José Miguel Martín, jefe de la Agrupación VII, con asiento en Salta, pero que tiene bajo su mando las fuerzas apostadas en Santiago del Estero y en Tucumán, remarcó que el campo de batalla contra los narcotraficantes se trasladó de las fronteras con los países limítrofes al interior de la Argentina, donde regularmente se registran vuelos clandestinos que arrojan cargas millonarias, muchas de las cuales fueron neutralizadas por la fuerza en varias ocasiones.
“La Gendarmería amplió su presencia en toda la región, por dos razones: una, por la seguridad vial, que todavía está desarrollándose, y la otra, que tiene de la lucha contra el narcotráfico, que ya dejó de ser una cuestión limitada a la frontera”, sentenció en un contacto telefónico con EL LIBERAL.
“Existen distintos niveles en los cuales se lucha: uno es el tráfico y el otro es la distribución a pequeña escala. Ésta es la que afecta porque son bocas de expendio y en esto están los procedimientos como el realizado el otro día, cuatro atrapamos gente que tenía una cocina de cocaína (en el barrio Jorge Newbery de la capital santiagueña), y el año pasado fue todavía más pesado con colombianos y salteños que fueron detenidos (en la que también desbarataron una cocina de cocaína y secuestraron cuatro kilos de droga)”, recordó.
Dijo que son distintos niveles de lucha, que en algunos casos pasan por la ruta del tráfico de sustancias prohibidas, mientras que otros tienen que ver con la vigilancia en lugares donde antes se hacía difícil llegar, ya que ahora la fuerza cuenta con medios que les permite actuar con más rapidez y lograr mejores resultados.
“Otro aspecto importante es la investigación, en el cual estamos trabajando muy fuerte. De hecho los dos casos de Santiago del Estero, con allanamientos y detenciones, son fruto de investigaciones”, destacó el comandante.
Sin restar trascendencia al trabajo que se realiza en las zonas señaladas como ruta frecuente de los narcotraficantes, el jefe de la Agrupación 7 de Gendarmería dijo que la investigación tiene vital importancia porque apunta a la desarticulación de las bandas.
“Cuando se allana un lugar determinado generalmente se detiene gente y se secuestra una cantidad de sustancia que es mucho menor de lo que se puede encontrar en ruta. Pero en este caso, el objetivo es desarticular las redes, que es lo importante”, explicó.
Precisamente, Martín resaltó el impacto que sufren las bandas cada vez que algunos de sus miembros son capturados y sus centros de distribución totalmente desmantelados, ya que retrasan todo el circuito y los obliga a frenar o retroceder el avance en las ciudades y provincias en la captura de clientes. l
Fuente: elliberal.com.ar
