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SE PRESENATRÁ EL LUNES EN TRIBUNALES

El cardenal Bergoglio declara por desaparición de dos sacerdotes

Fue citado por la Justicia en relación al secuestro de dos sacerdotes que trabajaban en el Bajo Flores. El nombre del Arzobispo porteño fue mencionado por una catequista que trabajó con los curas tercermundistas Orlando Yorio y Francisco Yanis
(DIARIOC, 05/11/2010) El arzobispo de Buenos Aires, Jorge Bergoglio, declarará el próximo lunes en el juicio que se sigue por crímenes en la ESMA, en relación con el secuestro de dos sacerdotes que trabajaban en el Bajo Flores, a quienes previamente habría dejado sin protección institucional.

El Tribunal Oral 5 que lleva adelante el juicio por los crímenes cometidos en la ESMA, confirmó que Bergoglio declarará desde el arzobispado en una teleaudiencia, alrededor de las 11.00.

El nombre de Bergoglio fue mencionado por la testigo María Elena Funes, una catequista que trabajó con los sacerdotes tercermundistas Orlando Yorio y Francisco Yanis, quienes fueron secuestrados, cuando el actual prelado se desempeñaba como Principal de la Compañía de Jesús.

"Nos están pidiendo que nos vayamos de la villa y nosotros queremos trabajar con los más pobres", fue la respuesta de los sacerdotes a un reclamo de Bergoglio, recordó la testigo durante la audiencia del pasado 9 de septiembre.

Según sus dichos el actual arzobispo recomendó mediante un informe que ni Yorio ni Yañis fueran aceptados en la Diócesis de Morón, adónde la jerarquía eclesiástica tenía la intención de trasladarlos y "a partir de ese momento quedaron sin ningún tipo de respaldo oficial".

Durante los seis meses que permanecieron en cautiverio, los religiosos fueron sometidos a torturas y se experimentó con ellos una "especie de inyección de la verdad", según los testigos.

En el operativo en que ambos religiosos fueron secuestrados intervino personal uniformado, en tanto la testigo atribuyó a Bergoglio haber enviado a un cura de reemplazo que oficiaba misa en el momento en que llegaron los militares y ni siquiera fue interrogado.

Durante la audiencia de este jueves declaró otro de los sobrevivientes de la ESMA, Arturo Osvaldo Barros, quien denunció que la isla del Delta a la que fueron trasladados los detenidos en ese campo de concentración, cuando vino al país la Comisión de Derechos Humanos de la OEA, "fue adquirida por uno de los miembros del Grupo de tareas a la Iglesia Católica".

Barros, un militante del Peronismo de Base, fue secuestrado el 21 de agosto de 1979 junto con su esposa Susana Leira y durante su testimonio nombró a decenas de víctimas de la represión a quienes dijo haber visto en la ESMA durante su cautiverio.

Respecto de aquel episodio, dijo que la llegada de la comisión de la OEA, que había llegado al país para investigar las denuncias que, en el orden internacional, se venían realizando por el secuestro desaparición de personas en la Argentina, coincidió con el Mundial de Fútbol juvenil en el que triunfó la selección local.

Recordó que, ante una inminente visita de la comisión a la ESMA, él fue trasladado junto a otros 15 secuestrados que estaban alojados en el sector que se conoció como "Capucha" a una isla en el Tigre, donde permanecieron alojados en condiciones infrahumanas.

Ante una consulta de una de las querellas acerca de qué era lo que había podido averiguar acerca de la propiedad de la isla aseguró que había pertenecido a la Iglesia católica y adquirida por un miembro del Grupo de Tareas.

Durante la instrucción y de los testimonios que se escucharon en el juicio se pudo saber que los represores habían hecho funcionar una suerte de "inmobiliaria" con las propiedades de las personas secuestradas a quienes obligaban a transferir sus bienes bajo tortura.

En otro orden de cosas, Barros reclamó por la forma segmentada en que se juzgan los crímenes cometidos en el mayor Centro Clandestino que funciónó en Buenos Aires durante la dictadura.

"La forma en que la sociedad toda pudiera haber conocido lo sucedido en la ESMA hubiera sido mediante un juicio integral que hiciera tomar conciencia de lo que ocurrió en el período en que funciónó el Grupo de Tareas"", reclamó.

Por último, especuló con que si se da por válido que por la ESMA pasaron unas 5.000 personas "no están todos los casos ni
todos los acusados que tendrían que estar", por lo que le reclamó
al Estado que cumpla con su rol de impulsar las investigaciones.



Fuente: Cadena 3

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