El funcionario lamentó la imagen que dan las chicas las mañanas de los fines de semana en las zonas cercanas a los locales bailables, y que en los últimos años pudo advertir claramente el agravamiento de este problema, a través de los trabajos que realiza junto con los centros vecinales en diferentes barrios de la ciudad en los que se aborda la temática.
“Me parece excelente lo que ustedes vienen mostrando con el tema de los boliches y el consumo de alcohol en los menores, especialmente por parte de las mujeres”, apuntó Ger, al tiempo que aseguró que en breve enviará una nota solicitando al Concejo Deliberante el tratamiento del proyecto que presentara el año pasado y que incluso fuera debatido en comisión.
“El año pasado yo he presentado un proyecto ante el Concejo Deliberante; hemos terminado de tratarlo en comisión en diciembre de 2010; ya estamos en abril de 2011 y todavía no me han llamado para que lo tratemos en pleno, porque la ordenanza dice que yo puedo defenderlo con voz y sin voto, pero yo no he defendido el proyecto, porque en comisión sólo lo hemos conversado”, comentó.
Dijo que se trata de un “tema absolutamente trascendente y grave si se sigue permitiendo la venta de alcohol y el horario de los boliches así como están, voy a remitir una nota al Concejo Deliberante para ver cuándo quieren que tratemos esto”, insistió.
Problema instalado
Ger aseguró que si bien en la Defensoría no se recibieron oficialmente en forma de denuncias este tipo de reclamos, está al tanto de la situación a través de los comentarios que escucha de la gente en sus habituales recorridas por los barrios y las calles de la ciudad.
“Además, yo vivo en el barrio Los Inmigrantes, cerca de dos boliches, miro todo eso, y actúo como vocero de mucha gente que me habla y me comenta su preocupación por lo que está pasando. Debemos cambiar como sociedad, hemos involucionado con esto y creo que el Estado tiene que normar porque es su obligación cuidar la salud física y psíquica de las personas, y como ciudadanos debemos peticionar que lo haga”, enfatizó.
Comentó que este problema lo pudo palpar ya el año pasado, cuando se trabajó en todos los barrios de la ciudad “difundiendo los derechos de los niños y los jóvenes junto con los padres, y hemos visto el flagelo de la droga y el alcoholismo”.
Finalmente dio crédito a la investigación de EL LIBERAL al comentar que por la cercanía de su vivienda con dos locales nocturnos, los fines de semana a la mañana temprano se puede advertir gran cantidad de jóvenes en estado de ebriedad “y son muchas más las mujeres que los varones”.
Fuente: elliberal.com.ar