Catamarca
Miercoles 17 de Abril de 2024
Buscar:

El discurso del despojo neocolonial en América Latina

El libro Sangre que se nos va, de Ana María Vara, rastrea los orígenes del contra-discurso neocolonial de los recursos naturales de América Latina a partir de las en obras de diversos escritores, a la vez que reivindica los valores formales de una narrativa desestimada como mera literatura de denuncia apegada a un realismo social.
El libro de Vara -Doctora en Estudios Hispánicos de la Universidad de California e investigadora de la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM) editado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España (CSIC), señala la vinculación de explotaciones de larga data en nuestra historia -metales preciosos, petróleo, azúcar, cacao, etcéteracon "las más recientes de cultivos transgénicos y celulosa".

Según Vara el relato precursor sobre el tema que aparece a inicios del siglo XX en simultáneo al surgimiento del escritor y periodista profesional y los públicos masivos, está a cargo de obras del uruguayo Horacio Quiroga ("Los mensú" y "Las fieras cómplices"), el español Rafael Barret (Lo que son los yerbales), el peruano César Vallejo (Tungsteno) y el ecuatoriano Jorge Icaza (Huasipungo), editadas entre 1908 y 1934.

El ciclo de protesta de Sangre que se nos va -que combina una escritura elaborada con una investigación exhaustiva, saca a estas obras del corsé de "literatura naturalista" y reivindica además de sus contenidos sus valores estéticos, en consonancia con una extensa lista de destacados críticos como John Beverly, David W. Foster y Jennifer French.

Telam: ¿El ciclo de expoliación y degradación ambiental, tiene antecedentes en la Conquista?
Ana María Vara: Exactamente. Hay distintos modos de aprovechar los recursos naturales, y la historia de América Latina muestra ejemplos recurrentes de modos muy desafortunados, en que se explotó un recurso de manera intensiva sin pensar en el mañana. El beneficio fue para las empresas extranjeras. El discurso de la libertad de inversión y de la seguridad jurídica resultó funcional a esos actores.

T: ¿Por qué, entre otros escritores que abordaron el tema, usted les da una
responsabilidad de apertura a esos cuatro narradores?
V: Barrett, escribiendo entre Buenos Aires, Asunción y Montevideo, tenía un panorama claro del imperialismo europeo y el norteamericano a comienzos el siglo XX. Podía escribir sobre la explotación del caucho en el Congo, a manos del rey Leopoldo de Bélgica o de compañías con vínculos en Londres en la zona del Putumayo, Perú; como de la explotación de yerba mate en la triple frontera Argentina, Paraguay y Brasil. Lo que cuenta sobre la yerba mate, Quiroga lo plasma en algunos de sus cuentos referidos a la explotación en los obrajes madereros.

T:¿Podría referirse brevemente de los ejes de ese contra-discurso que, además, funciona como marco interpretativo?
V: Estos autores desarrollaron una manera de hablar del imperialismo que tiene cuatro elementos: un recurso natural y un grupo social -explotados ambos hasta la extenuación-, un explotador extranjero y un cómplice local. El móvil es la codicia. Si no hay rebelión que detenga este proceso, va a terminar en agotamiento.

T: Llama la atención la inclusión del Vallejo novelista, género que ha quedado a la vera de su gran obra literaria.
V: Vallejo es muy consciente del imperialismo, sobre todo del norteamericano. Su pensamiento político tuvo una trayectoria muy interesante vinculada a su reflexión sobre la literatura. Su gran novela El tungsteno tiene una estética fuerte, con escenas chocantes, desarrollada deliberadamente para indignar, concientizar y movilizar a sus lectores; que la discusión no quede sólo entre intelectuales.

T: El tema del indigenismo, presente en las novelas de Icaza y Vallejo, es central en el libro; el del aborigen explotado…
-V: Esto se ve especialmente en El tungsteno. En este aspecto, Vallejo es tributario de un debate que en su país estaban dando intelectuales como José C. Mariátegui. Y ya volcado al comunismo, profundiza su reflexión sobre la relación entre las problemáticas del indígena y el proletariado.

T: Además de los libros, estos autores amplifican sus ideas abordando la nota periodística.
V: Sobre todo la crónica. Se convirtió en un género muy adecuado para hacer circular este contra discurso. En eso Barrett es un maestro: tiene una prosa exquisita, capaz de conmover, de indignar con sus denuncias. Puede ser durísimo o sutil, con párrafos de una ironía devastadora y una visión geopolítica amplia y sofisticada.

T: ¿Qué vigencia posee hoy ese contra-discurso?
V: Se mantiene de manera latente a lo largo del siglo XX, y resurge a inicios del XXI. Estuvo en la revolución cubana y reaparece con cuestionamientos al neoliberalismo de fines de los 90 y las protestas ambientales como las que vemos contra la minería en toda América Latina. Cuando se dice "el agua vale más que el oro" o "vienen por el oro, vienen por todo", se alude a este discurso, evocando la explotación colonial y se reivindica un bien codiciado por otros.

T: Mucho de esta historia de saqueo ocurre en selvas, monte cerrado, zonas aisladas, vale decir, tierras distantes de las urbes.
V: Sí, se trata de zonas rurales desprotegidas. Lo interesante es que esta matriz narrativa se repite en muchas obras latinoamericanas de las primeras décadas del siglo XX. Y la generación que le sigue (la del boom) va a aludir a ese relato considerándolo casi como la verdadera historia de la región, y va a trabajar sobre él.


Fuente: Télam

(Se ha leido 266 veces.)

Se permite la reproducción de esta noticia, citando la fuente http://www.diarioc.com.ar

Compartir en Facebook

Sitemap | Cartas al Director | Turismo Catamarca | Contacto | Tel. (03833) 15 697034 | www.diarioc.com.ar 2002-2024