Catamarca
Jueves 28 de Marzo de 2024
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El diseño como imaginario de una identidad cultural compartida

En una pasarela que fusionó desfile, danza y música, diseñadores de diez países de Sudamérica plantaron su huella en el primer Mercado de Industrias Culturales del Sur (Micsur), que en la noche de ayer deslumbró de vanguardia y tradición, y dejó ver los colores, texturas y formas de una identidad cultural compartida.
Lejos de lo clásico y estático, la pasarela del Micsur desplegó anoche en el Auditorium de la ciudad de Mar del Plata una exquisita puesta en escena que intercaló bailes del Combinado Argentino de Danza con el desfile de prendas (indumentaria, calzado, accesorios) de diseñadores y artesanos del bloque regional que participan hasta el próximo domingo del Micsur.

Algunos llegaron hasta Mar del Plata con sus valijas cargadas de prendas, como vendedores y compradores, para mostrar sus producciones, conocer las de otros, debatir cuestiones sobre el estado del sector -limitaciones, impuestos, costos a nivel regional-, y en búsqueda de proyectos compartidos.

Como Carla Núñez de la Torre que vino desde Lima, Perú, no sólo para sumar sus joyas de plata y materiales atípicos (cuajo de leche, madera, vidrio) a las pasadas de indumentaria en la Pasarela del mercado, sino también como vendedora de sus productos. "Estoy muy contenta, me está yendo bien en las rondas de negocios, han salido contactos", contó a Télam.

Para ella este primer cruce con sus pares "es el punto ideal para conectarnos. Durante éstos días estamos hablando mucho sobre la tendencia de ventas fuera de América Latina y queremos cambiarlo, tenemos que fortalecernos como región, somos de las mismas raíces".

También de Perú llegó Rocío Quispe Villa, una joven diseñadora de 23 años que con su estilo gótico, punk y futurista combinado con un toque ancestral aterrizó en Argentina para mostrar que su país "no es sólo cultura andina sino una diversidad de influencias" y celebró el encuentro porque implica "un intercambio increíble, vemos cómo cada país muestra qué les influencia para hacer sus diseños".

Y no sólo eso, además "te da muchos contactos, encuentras de todo aquí, hay artistas con mucha proyección profesional", agregó la joven peruana, al tiempo que aseguró que "como diseñadores tenemos la responsabilidad de preservar nuestra cultura".

Si de preservar identidades se trata, Andréia Salvan y Caroline Pagnan, madre e hija brasileñas, trajeron una colección anclada en referencias geográficas y étnicas, "de Brasil y de otros países", explicó Pagnan y su hija completó: "extraemos elementos de la Amazonia brasilera y peruana para construir estampas, texturas y la aplicación de técnicas tradicionales como el macramé".

Junto a Uruguay, Venezuela y Colombia, del noroeste de nuestro país llegó el catamarqueño Atilio Paez con sus diseños de indumentaria realizados con lana de oveja, tejidos en alfombra (muy característica de su provincia), platería y piedras rodocrositas.

Vino a Mar del Plata con una colección a la que nombró "Mística" por estar "inspirada en la Virgen del Valle o Morena del Valle, la creencia popular de Catamarca". Como su producción, la de diseñadores de otros países sudamericanos, observó Paez, "se puede identificar el país de dónde viene, por los colores, las texturas y las formas".

De Chile desembarcaron tres diseñadores atravesados por diferentes improntas: Jorge Caballero arribó de Punta Arenas con artesanías tradicionales de comunidades indígenas de la Patagonia atravesadas por un toque contemporáneo y realizadas con plata, lana, pasto y junquillo, que consigue "internándose" en humedales y pantanos.

También Carmen Eva de Valparaíso, quien calificó al Micsur como "una excelente iniciativa; nos hemos reunido con gente que está en la misma parada que nosotros y se ve un gran potencial de intercambio y muchas cosas para discutir y mejorar como los tipos cambiarios y facilidades entre nosotros".

Claudia Betancourt de Santiago de Chile es tercera generación de artesanos que trabajan el cacho (cuernos) de buey y su inspiración que combina lo tradicional y contemporáneo, contó, "viene de la ornamentación corporal de los orígenes de nuestra historia como seres humanos".

Al igual que otros de los diseñadores instalados en Mar del Plata desde el último jueves, Betancourt opinó que "es súper enriquecedor encontrarnos como autores, nos permite ver qué está pasando en el resto de Latinoamérica, ver nuestro enorme potencial en materialidades y creación".

Fuente: Télam

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