La normativa en cuestión, habilita la instalación de grandes ferias en el ejido municipal que en general son itinerantes y desembarcan en la ciudad en los meses de más alta demanda de compras como las fiestas de fin de año.
Esto causa una merma en las ventas de los comerciantes que han trabajado durante todo el año esperando las fiestas de fin de año para conseguir una diferencia económica, que les permita mejorar sus ingresos y abonar las erogaciones extras a sus empleados.
Por tal motivo, el equipo de técnicos del municipio está estudiando la posibilidad de elevar un proyecto de ordenanza al Concejo Deliberante en donde se debata la derogación de la medida sancionada el año pasado antes de asumida la actual gestión municipal.