Gustavo Miño, abogado del grupo, explicó que el pedido de amparo se presentó "por el problema ecológico y ambiental que generan los recitales, y también porque el ruido durante la realización de eventos produce temblores en los edificios linderos".
En diálogo con Télam, el abogado señaló que el juez otorgó la cautelar en el marco del amparo solicitado cuando supieron que "iba a realizarse un recital el 21 y el 22 de febrero".
El magistrado "fue más allá y dictó que el gobierno porteño debe abstenerse de otorgar permisos y autorizaciones y también de organizar festivales musicales que puedan afectar la reserva ecológica", señaló el letrado.
El cambio de escenario es "consecuencia de la medida cautelar, porque si bien los organizadores de los eventos y el Gobierno de la Ciudad apelaron la medida, debido a los tiempos judiciales decidieron trasladar el recital ya que se realizará en pocos días", explicó Miño.
El pedido de amparo fue presentado en noviembre con el respaldo de los comuneros de la Comuna 4 del Frente para la Victoria, Maximiliano Nenna y Victoria Colombo.
Nenna señaló que entonces la intención fue que no se realizase la fiesta Creamfields pero el gobierno porteño, a través de la Agencia de Protección Ambiental, lo autorizó.
El comunero detalló que durante los días de noviembre en los que se desarrolló el festival de música electrónica los vecinos realizaron un monitoreo del impacto ambiental, que estuvo a cargo del ingeniero Alejandro Bidondo, del Centro de Acústica y Sonido de la Universidad Nacional de Tres de Febrero (Untref).
El experto repitió las mediciones una semana después y constató que, en el horario diurno, en los sectores de la Reserva Ecológica Sur los niveles de sonido registrados durante el Creamfields excedieron de manera relevante los límites máximos permitidos por la legislación vigente.
Uno de los puntos de mediciones del informe se ubicó a escasos metros de los fondos del Hospital General de Agudos Dr. Cosme Argerich y registraron hasta 70.53dba, cuando por norma pública los lí­mites máximos permitidos se ubican en 40db.
El informe concluye que tanto en la Reserva Ecológica Costanera Sur como en el domicilio de Fenoglio los niveles sonoros durante el recital Creamfields superaron los máximos establecidos por la Ley 1540, valorándose como molestos.
Irsa intervino presentándose como "parte principal", al considerar que la medida cautelar "afecta de manera directa y principal" a la constructora por ser la titular del predio, que a su vez le fue alquilado a la empresa Paste S.A. para realizar el Festival "Ultra Fest".
La constructora afirmó entonces que "no existe posibilidad alguna de afectación sonora ni ambiental en las áreas naturales protegidas", en referencia a la reserva Costanera Sur, y "menos aun de un establecimiento hospitalario", negando el impacto en el Hospital Argerich, cercano al predio.
Para la justicia, la contaminación sonora y el impacto negativo sobre sobre las viviendas cercanas están comprobadas, a pesar de que por la decisión de la productora de trasladar el festival a Villa Lugano no habrá un nuevo posicionamiento de la Cámara de Apelaciones.
Fuente: Télam
