Catamarca
Martes 23 de Abril de 2024
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"El hilo conductor es la orientación hacia una clínica de la posición subjetiva"

Télam entrevisto a Santiago Thompson, uno de los autores de Sentir de otro modo. Amor, deseo y goce en la homosexualidad femenina, publicado por la editorial Letra Viva, será presentado este viernes a las 20 en la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional de Mar del Plata (UNMdP), Deán Funes 3520, aula 23.
Los psicoanalistas Luján Iuale, Santiago Thompson y Luciano Lutereau ponen el acento de su investigación en el concepto de posición subjetiva antes que en el de estructura, proponiendo una lectura más amplia de las formas clínicas sin ignorar esos aportes como tampoco el de los llamados estudios de género.

Esta es la conversación que Télam sostuvo con Santiago Thompson, a pocos días de la presentación del libro.

T : Desde hace varios años el psicoanálisis ha dejado de ocuparse del tema de la homosexualidad, quizá porque pesa sobre esta cuestión un dejo de incorrección política. ¿Cuál es el sentido de esta nueva apuesta?

ST : En primer lugar, habría que precisar que se trata de una omisión más propia del psicoanálisis de orientación lacaniana. Otros autores, como Joyce Mc Dougall, se han abocado específicamente a la homosexualidad femenina. Por lo demás, es una cuestión que ha quedado como un territorio de los así llamados estudios de género, donde Judith Butler es particularmente crítica con algunas afirmaciones de Lacan. Nosotros procuramos alojar tales críticas, y avanzar un paso más sobre aquello que en la enseñanza de Lacan hay de difuso sobre el tema. El trabajo en esta ocasión excede al trio, ya que consolidamos un equipo de trabajo junto con otros colegas.

T : ¿Cómo se consolidó ese equipo de trabajo? Habiendo publicado previamente como trío Posiciones perversas en la infancia, ¿de qué modo se realizó el tránsito de la infancia perversa hacia la homosexualidad?

ST : Si bien en su momento los tres veníamos barajando en charlas informales la idea de trabajar juntos, Posiciones perversas... fue el decantado de un curso virtual propuesto por la revista El Sigma. En el caso de Sentir de otro modo, el proyecto editorial estuvo presente desde el inicio. Teníamos un camino recorrido en conjunto y un antecedente fuerte, ya que Posiciones... agotó en poco tiempo su primera edición. Ello nos permitió armar un equipo más amplio en base a una idea concreta, y encontrar eco en la UCES para formalizar nuestro trabajo en un proyecto de investigación. La idea que subyace a ambos libros, y que marca un hilo conductor, es la orientación hacia una clínica de la posición subjetiva. Desde esa óptica podemos hablar de posiciones perversas en la infancia y pensar el campo de la homosexualidad femenina como un campo heterogéneo, en el que conviven diversas posiciones.

T : De regreso al libro, ¿por qué se habla de homosexualidad femenina y no de la masculina? ¿Qué implica esa diferenciación?

ST : Entendemos que la oposición entre masculinidad y feminidad es la que crea campos diversos. Ya Freud se preocupa por ubicar las consecuencias psíquicas de la diferencia anatómica entre sexos. La homosexualidad como fenómeno no marca en principio un punto de convergencia a nivel de la subjetividad. Los hombres y mujeres homosexuales tienen en común la justa causa de la defensa y ampliación de sus derechos civiles, no una misma posición subjetiva. Por otro lado, hablar de homosexualidad femenina es un sesgo particular para abordar la cuestión de la feminidad. Es nuestra puerta de entrada para pensar las posiciones subjetivas en la mujer.

T : Es un rasgo notable del libro que no se busque plantear una definición unívoca de la homosexualidad femenina, sino que se propongan diversas formas clínicas de la misma, ¿cuál es alcance de esta idea?

ST : Pensamos que la homosexualidad es un campo tan diverso como lo es, por ejemplo, el campo de la heterosexualidad. A nadie se le ocurriría pensar que ser heterosexual implica una determinada posición subjetiva, sino que estamos habituados a pensar la diversidad de posiciones subjetivas bajo las cuales alguien sostiene el encuentro con el partenaire heterosexual. Nuestro movimiento fue simplemente extender este modo de abordaje al campo de la homosexualidad femenina.

T : El libro concluye con la idea de fundamentar psicoanalíticamente la noción de posición subjetiva, ¿en qué consiste esta noción?

ST : En 1965, Lacan da cuenta de su intención de abordar lo que denomina las posiciones subjetivas del ser. Delimita la noción de posición, a partir de tres coordenadas: la posición del ser del sujeto; la del ser del saber y la del ser sexuado. Agrega luego, como una cuarta coordenada, al objeto a. La propuesta implica sostener que el ser hablante está afectado por el significante, pero no desconoce que también tiene un cuerpo que lo condiciona, de modo tal que el efecto sujeto, la relación al saber y el modo en que asume o se tramita la sexuación, configuran la posición subjetiva. Esta noción es a nuestro criterio mucho más rica que la de estructura, y pensar en estos términos nos abre un campo de investigación aun no agotado.

Fuente: Télam

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