Brienza, hombre riguroso, habló como un historiador pero como un historiador que toma partido por las causas de los condenados de la tierra, al decir de Franz Fanon; sin perder la compostura, contó cómo Dorrego fue cambiando de actitudes políticas, cómo lideró una Guerra Gaucha y cómo se enfrentó al gobierno de Bernardino Rivadavia.
El país, en plena ebullición, ya contaba con otros actores políticos, entre ellos Juan Manuel de Rosas y Etanislao López, sus aliados, y Juan Lavalle, unitario, su enemigo, a quien el hombre enfrentó, razón por la cual fue fusilado en juicio sumarísimo. La misma suerte, la muerte, correría años más tarde su verdugo, escapando, en la lejana Jujuy.
El ciclo de charlas, donde también talla en la difusión y prensa el inevitable José Pupeto Mastropasqua, continuará el próximo 20 de septiembre con la presentación del economista Aldo Ferrer.
Fuente: Télam