El discurso
En su discurso, el intendente Guzmán manifestó: “Julio es un mes que divide. Divide al año en dos partes, brinda un respiro del vértigo y, para muchos, un descanso del trabajo.
Para nuestra ciudad, desde hace unos 40 años, esta época del año es, además, la época del Poncho; una fiesta que expone nuestras raíces más hondas y revela nuestras emociones más profundas. Somos anfitriones de gente de todo el país que viene a conocer nuestros paisajes, nuestros productos y nuestras realizaciones.
En ese contacto, cuya noble excusa es el turismo, la ciudad recibe más de lo que da, porque los catamarqueños ven a San Fernando del Valle de Catamarca con ojos de viajero. Y -aunque no olvidamos los problemas que faltan superar-, redescubrimos los colores, las bellezas, las mejoras y los cambios que son menos evidentes en las obligaciones del día a día.
Este magnífico predio construido por la provincia es uno de esos cambios y un ejemplo de cuán lejos podemos llegar en poco tiempo. Por 10 días el Poncho es el centro de la ciudad, y la ciudad el centro de muchas miradas. Miradas propias y extrañas que se sorprenden al encontrar una ciudad más verde, con más comercios, con fachadas restauradas y avenidas más iluminadas.
Una ciudad que tiene más servicios y actividades en los barrios, más lugares de encuentro para los vecinos, más apoyo para los ancianos y más oportunidades para los niños y los jóvenes.
Espero que todas estas miradas presentes hoy, también lo estén en el Poncho 2009. Y se sorprendan con los avances en los nuevos accesos a la ciudad, con el pintoresco paseo de los cactus, con el Jardín Botánico, el Centro de Interpretación del Pueblo Perdido, el Parque Sur, el Museo de la Ciudad....
Pero aquí los protagonistas son cientos de artesanos y decenas de artistas. Cada uno nos brindará algo de Catamarca y algo de la Argentina, unidos bajo el manto protector de la Virgen del Valle. Estarán a la vista de todos sus obras y sus artes, su espíritu y su inventiva.
Aquí estarán puestos en común los méritos y logros de una Capital de Montaña, una ciudad de nombre español y apellido indígena, flanqueada por los cerros que tienen esa mirada entre marrón y verde -azulada e infinita-, de la Historia.
Muchas Gracias”.