La educación es una cosa muy seria, porque educar significa armar un futuro distinto y mejor que el presente que vivimos. No hay que hablar sólo de educación sexual, sino también de la educación para el amor”, manifestó Urbanc.
Dijo que “hay que aprender a clarificar y tener mucho cuidado, ya que el ser humano es una integración de valores y una unidad que no se la puede manejar o manipular. Invito siempre a la ciudadanía que busquen buena literatura y reflexionen”. Y agregó: “El buen cristiano y discípulo de Jesús tiene que tomar bien en serio la educación de un niño, un adolescente y también de los padres”.
Mesa de diálogo minero
En otra parte del diálogo, monseñor Urbanc, hizo referencia a la mesa de diálogo minero y opinó que ese tema es uno de los problemas en la provincia, pero “pondría prioridad en la educación y la familia”. La minería es un tema que se ha planteado pero no lo podemos polarizar. Todavía se está conversando y se han elaborado otros temas que se están analizando”.
Además añadió que la iglesia tiene que tener mucha cautela de no ocuparse sólo de un aspecto. “Si los adultos no somos capaces de contener a los jóvenes, estamos llevando a la sociedad a la deriva, y por ende el futuro se está cayendo a pedazos”, subrayó.
Urbanc no descartó la posibilidad que, en la medida de lo posible, “la volveremos a convocar”.
Y culminó diciendo que “fue un hermoso aprendizaje el de habernos reunido a dialogar personas de todos los colores”.
Elecciones
En otro orden, el obispo coadjutor reflexionó sobre las elecciones del próximo domingo. “El cristiano tiene que ejercer sus derechos y obligaciones de ciudadano, y ser responsable en este modo de participación e ir gestando el destino de la Patria a través de lo que significa un voto, que tiene que ser cualificado, razonable y encerrar valores. Uno no puede votar por votar, tiene que haber compromiso”, comentó.
También sostuvo que “cada uno nos tenemos que jugar por querer hacer una Argentina distinta por medio del voto. Pero no todo termina con el voto, sino que uno es ciudadano los 365 días del año, y no se debe delegar responsabilidades a los políticos, todos tenemos compromiso político”.
Más adelante, recalcó que “el cristiano se tiene que meter y empeñar sus cualidades en el bien común y reducir la injusticia que existe. Los ciudadanos estamos en gran estado de confusión.