En ese sentido, la Secretaría de Cultura de la Provincia presentó oportunamente el proyecto “Parque Arqueológico Provincial La Tunita. Conservación y Puesta en Valor Integral del Bosque Nativo de la Cuenca Media Ipizca-Icaño, Vertiente Oriental de la Sierra de Ancasti, Provincia de Catamarca”, de autoría del Magister Domingo Carlos Nazar, profesional de la Dirección de Antropología de la provincia y docente investigador de la Escuela de Arqueología de la UNCa.
Tras superar las instancias de evaluación nacional y provincial, se aprobó el financiamiento de la obra, que contempla 800.000 pesos para la primera etapa de la puesta en valor del Parque Provincial la Tunita, a través de la construcción de la infraestructura requerida tanto en materia de administración y gestión como para la recepción de visitantes.
En este marco, el pasado 3 de abril la secretaria de Cultura, Patricia Saseta firmó con el secretario de Ambiente y Desarrollo Sustentable, Daniel Barros un convenio para la ejecución de este proyecto que, se espera, contribuya a la preservación y puesta en valor de esta porción de territorio ubicada en el límite entre Ancasti y La Paz.
Fundamentos
El proyecto Parque Arqueológico La Tunita asume el desafío de gestionar de manera integrada un conjunto de bienes patrimoniales asociados a un singular bosque nativo, procurando conjugar diversos aspectos, tales como la investigación, conservación, interpretación y prestación de servicios al visitante. Se sustenta en el criterio de rentabilidad social y en una visión integral del patrimonio, asumiendo que la identidad cultural del territorio debe constituirse en la base para una estrategia de desarrollo sostenible.
Por eso, este proyecto ha sido consensuado con las comunidades que viven en la zona, con quienes la Secretaría de Cultura viene manteniendo un intercambio a través de talleres participativos. De hecho, fue en acuerdo con los pobladores con quienes se decidió que el lugar de emplazamiento de la construcción sea en Potrero de los Córdoba (Ancasti).
La planificación del edificio y su localización estará en sintonía con todas aquellas acciones encaminadas a conservar y mantener los aspectos característicos del paisaje. Contemplará espacios de comunicación, interpretación e investigación y será lo suficientemente flexible como para poder evolucionar en respuesta a nuevas demandas. Habrá oficinas para la administración del parque; un centro de recepción donde los visitantes se encontrarán con guardaparques y guías; núcleos sanitarios y asistenciales; depósito de materiales y un salón de usos múltiples que pueda ser aprovechado por la comunidad.
La puesta en valor del parque arqueológico contempla, para una segunda y tercera etapa, el relevamiento del componente ambiental, la instalación de carteles interpretativos, informativos y de precaución en distintos tramos del recorrido propuesto, entre otras propuestas.
A través de este proyecto, tanto Cultura como Ambiente procuran poner en marcha un modelo de gestión integral del patrimonio cultural y natural, basado en un desarrollo sostenible que equilibre las necesidades sociales, la economía y el medio ambiente.