"Es indudable que la ciencia en la Argentina ha dado un vuelco en la última década. A los científicos se nos considera de otra forma y también la ciencia ha comenzado a dar respuestas concretas", contó a Télam Fernández, del Centro Austral de Investigaciones Científicas (Cadic) con sede en la capital fueguina.
Fernández comenzó su carrera en Tierra del Fuego, especializándose en el estudio de peces antárticos y subantárticos, pero ya a fines de los 90su tarea se había vuelto casi un imposible.
La investigación "tenía poco apoyo. En el Cadic pensamos en cerrar algunos días. No teníamos plata para costear cosas tan básicas como agua, luz y teléfono", relató en el spot en el que también recordó que el entonces ministro de Economía, Domingo Cavallo, mandó a los científicos "a lavar los platos".
El Cadic estuvo en riesgo de cerrar y sus miembros prepararon "una protesta con caretas para ir a recibir a los funcionarios en el Aeropuerto", relató a Télam.
Mientras algunos colegas optaron por dejar la profesión, él obtuvo una beca de posdoctorado en Escocia, a donde se fue a vivir junto a su mujer y una hija de un año. "No se podía más. Pasábamos más tiempo resistiendo el ajuste que investigando", rememoró el biólogo, que en 2002 fue contratado en Estados Unidos.
"Nunca pensé en quedarme afuera. Por eso cuando me llamaron para ofrecerme trabajo no lo dudé", dice en el spot refiriéndose al programa Raíces, que le facilitó trabajo en Argentina y costeó la mudanza.
Desde entonces el Cadic (dependiente del Conicet) aumentó en un 40 por ciento su planta de personal entre investigadores, becarios, técnicos y administrativos, y duplicó el área y la infraestructura dedicada a la investigación, a través de la primera obra de ampliación del centro desde su inauguración en 1982.
El investigador afirma que el país pasó del cierre del ingreso a la carrera científica a la incorporación de becarios para "cambiar por completo la pirámide de profesionales abocados a la ciencia".
El Cadic edita la revista de divulgación La Lupa, "que es la primera del país realizada íntegramente por becarios para dar a conocer el producto de las investigaciones realizadas. Hay cosas por mejorar pero el cambio es evidente, aseveró el científico.
"Nuestro mar es increíblemente rico. Hay un enorme potencial ahí y muchas posibilidades de trabajo para científicos e investigadores jóvenes", dice el biólogo, que ahora tiene 47 años y es padre de una hija de 15 y un hijo de 11.
Fernández, el primer fueguino entre los 1.062 profesionales que regresaron al país en la última década para dedicarse a la ciencia, instó a "investigar nuestro mar, porque no podemos amarlo sin conocerlo".
Fuente: Télam
