Ramos aseguró que "los más vendidos hasta el momento son los libros de Ricardo Piglia, Elsa Osorio, Julio Cortázar y Jorge Luis Borges; en cambio los escritores menos conocidos para los franceses y más nuevos los están descubriendo, los encuentros con ellos son muy vendedores, todavía falta", agregó sobre el público "ecléctico y lector" que se acercó.
Martín Mengucci, responsable de Ferias de la Cámara Argentina del Libro, contó a Télam que las consultas vienen "por el lado de los estudiantes, hay mucho fervor por Mafalda, el célebre personaje de Quino; Macanudo de Liniers, Roberto Fontanarrosa y Cortázar, pero eso lo piden en todas las ferias".
Agustina Peretti, coordinadora de promoción de bienes culturales de la Fundación Exportar, está a cargo del fondo de editoriales argentinas. "Vinieron 21 sellos argentinos y todos tienen citas pautadas para las rondas de negocios. Esta feria es ideal porque conviven la parte comercial con los lectores".
Finalmente, Rodolfo Hamawi, director nacional de Industrias Culturales y responsable de la programación del pabellón, dijo exultante: "Estoy asombrado, a las diez de la mañana el Salón ya estaba poblado de muchísima gente y el stand argentino está colmado, tuvimos que poner más sillas para las primeras conferencias y hay un fila muy larga de gente comprando libros".
Los lectores, tranquilos pero a la vez sedientos de temática argentina, como libros infantiles y novelas de gran cantidad de escritores nacionales, con precios que van desde los ocho euros a los cincuenta.
Con una intensa programación que se desarrollará hasta el próximo lunes, la propuesta argentina en París incluye homenajes a Juan Gelman, Julio Cortázar, Juan José Saer, Quino y Oesterheld, además de mesas redondas y paneles con más de 40 escritores que llegaron invitados para dar cuenta de la escena literaria actual.
Fuente: Télam