Las colecciones presentadas en estos días por 18 de los principales diseñadores del ámbito local en Buenos Aires Alta Moda para pret a porter, cóctel y noche coincidieron con el grueso de las tendencias anticipadas semanas atrás en el BAF Week, donde a diferencia del BAAM el dominio había sido de las marcas.
Mirando hacia atrás en el tiempo, la primavera-verano 2010/2011 viene con especial acento en los ´70, 80 y algo de los ´30 para noches de glamour.
Además, los estampados siguen cobrando fuerza, con los rayados, las flores ?preferentemente grandes para el cóctel y la noche-, el tribal y el infaltable animal print.
El dénim es un indiscutido, a tal punto que Claudio Cosano le dedicó una línea para cóctel y fiesta.
Los vestidos vienen en todas sus variantes, desde los hipercortos hasta los de media pierna, y largos, ya sea de corte sirena, los camiseros o los de línea A.
También hay opciones varias en materia de pantalones: chupines, cigarette, de tiro alto, bajo, palazos y leggins para las más jóvenes, siempre sin dejar de lado los monos ?largos, cortos, amplios o al cuerpo-, las babuchas y las bermudas.
En materia de faldas, los diseñadores proponen las adherentes, las evase, con vuelo o lápiz.
Los sacos de punto irregulares, los entallados, los de tweed, las cazadoras y las toreritas estarán a la orden del día a la hora de llevar un abrigo para las tardes y noches frescas.
En ese capitulo también se incluyen las camperas de estilo rocker, prenda que Laurencio Adot adaptó para su colección de alta costura confeccionada en organza.
Los drapeados, ya sea en vestidos, polleras o pantalones o partes de arriba, son un must de la temporada, tanto para las propuesta de día, de cóctel o de fiesta.
Infaltables resultan los escotes asimétricos, las espaldas desnudas, los volados simples, con volumen o confeccionados con tiras de diversos géneros, los tajos profundos, los apliques de flores, los plisados y las alforzas.
Para la noche, las lentejuelas, los palletes, los bordados en piedras, las plumas y las sobrepolleras son casi obligados.
Los géneros elegidos son frescos, lánguidos, con caídas soberbias, y algo más armados para algunas opciones de noche.
Se destacan el jean en todos sus tonos, los voiles de algodón, la gabardina, el modal, el broderie, el lino, los rasos elastizados, el encaje, la gasa de seda, el satén, y el tul.
La propuesta de colores es amplia pero como es habitual a la época del año hay predominio de pasteles: matecas, nude, celestes nube, el aguamarina ?presente en todas las colecciones- y los rosas, desde el empolvado al chicle.
La paleta se completa con el naranja, los amarillos, los verdes, entre los que destaca el lima, el fucsia, el coral, el violeta, los lilas, el azul, los grises, desde el elefante hasta el humo, el infaltable negro y el dorado y plateado.
Mirando hacia atrás en el tiempo, la primavera-verano 2010/2011 viene con especial acento en los ´70, 80 y algo de los ´30 para noches de glamour.
Además, los estampados siguen cobrando fuerza, con los rayados, las flores ?preferentemente grandes para el cóctel y la noche-, el tribal y el infaltable animal print.
El dénim es un indiscutido, a tal punto que Claudio Cosano le dedicó una línea para cóctel y fiesta.
Los vestidos vienen en todas sus variantes, desde los hipercortos hasta los de media pierna, y largos, ya sea de corte sirena, los camiseros o los de línea A.
También hay opciones varias en materia de pantalones: chupines, cigarette, de tiro alto, bajo, palazos y leggins para las más jóvenes, siempre sin dejar de lado los monos ?largos, cortos, amplios o al cuerpo-, las babuchas y las bermudas.
En materia de faldas, los diseñadores proponen las adherentes, las evase, con vuelo o lápiz.
Los sacos de punto irregulares, los entallados, los de tweed, las cazadoras y las toreritas estarán a la orden del día a la hora de llevar un abrigo para las tardes y noches frescas.
En ese capitulo también se incluyen las camperas de estilo rocker, prenda que Laurencio Adot adaptó para su colección de alta costura confeccionada en organza.
Los drapeados, ya sea en vestidos, polleras o pantalones o partes de arriba, son un must de la temporada, tanto para las propuesta de día, de cóctel o de fiesta.
Infaltables resultan los escotes asimétricos, las espaldas desnudas, los volados simples, con volumen o confeccionados con tiras de diversos géneros, los tajos profundos, los apliques de flores, los plisados y las alforzas.
Para la noche, las lentejuelas, los palletes, los bordados en piedras, las plumas y las sobrepolleras son casi obligados.
Los géneros elegidos son frescos, lánguidos, con caídas soberbias, y algo más armados para algunas opciones de noche.
Se destacan el jean en todos sus tonos, los voiles de algodón, la gabardina, el modal, el broderie, el lino, los rasos elastizados, el encaje, la gasa de seda, el satén, y el tul.
La propuesta de colores es amplia pero como es habitual a la época del año hay predominio de pasteles: matecas, nude, celestes nube, el aguamarina ?presente en todas las colecciones- y los rosas, desde el empolvado al chicle.
La paleta se completa con el naranja, los amarillos, los verdes, entre los que destaca el lima, el fucsia, el coral, el violeta, los lilas, el azul, los grises, desde el elefante hasta el humo, el infaltable negro y el dorado y plateado.
Fuente: Télam
