Catamarca
Martes 16 de Abril de 2024
Buscar:

Emilio Renzi como el doble invertido de Ricardo Piglia

Juan Rapacioli

"Emilio Renzi es un joven esteta que tiende a no querer envejecer y que adopta el arte como un punto de fuga de la realidad", dijo el escritor Ricardo Piglia sobre ese personaje emblemático de su obra, en una charla desarrollada en la Casa de la Cultura, enmarcada en el ciclo de literatura organizado por el Fondo Nacional de las Artes.
Antes de formar parte de las series de relatos "La invasión" (1967) y "Nombre falso" (1975), así como de las novelas "Respiración artificial" (1980), "Plata quemada" (1997) y "Blanco nocturno" (2010), el periodista y escritor Emilio Renzi apareció, en 1965, como seudónimo de Piglia para firmar la traducción de un cuento de Hemingway y un prólogo al primer volumen de una colección de policiales.

En "Respiración artificial", "la decisión fue que Renzi narrara esa novela. Tenía una historia pensada a partir de un personaje del siglo XIX, que era una réplica imaginaria de la Argentina de esa época. Renzi, entonces, apareció como narrador y como testigo de lo que sucedía", explicó Piglia.

"Siempre me han gustado las historias en primera persona, autobiográficas, donde el narrador cuenta la historia de otro, aunque su vida se va mezclando -señaló-. En esa novela se cuenta la historia del tío de Renzi, un historiador amateur que daba clases en un colegio secundario de Entre Ríos y que protegía a sus estudiantes metidos en política, y que luego él mismo comienza a ser observado y perseguido".

En el cuento "La loca y el relato del crimen", "hay una situación en la cual una copera de un bar del bajo es asesinada y el único testigo de esa escena es una mujer que está en la calle, una psicótica, que cuenta lo que vio pero lo cuenta mezclado con su delirio, de modo que no se puede descifrar lo que está diciendo".

"Entonces Renzi graba a la mujer y aplica unas técnicas que le permiten encontrar una frase que ella dice en el medio del delirio, en la que está señalando al culpable del asesinato", indicó el escritor.
Según Piglia, "Renzi es más radical, tiene posiciones más extremas que las mías. Dice cosas que yo pienso pero no me atrevo a decir. El dice que Borges es un escritor del siglo XIX y todos creen que lo dije yo. Pero fue él, siempre está provocando".

"La ficción ayuda a pensar -sostuvo Piglia-. Ayuda a decir cosas muy diversas, porque es un juego donde cada uno tiene su propia visión del mundo, como también sucede en la vida. La ficción permite experimentar con más libertad lo que podríamos llamar la escritura verdadera, entre comillas, claro".

Para el escritor, "Borges ha sido un ejemplo muy claro de esto: él hizo posible que muchas ideas sean usadas ficcionalmente. Poder ver en cierta idea filosófica la posibilidad de construcción de ficción, como también lo son las frases que uno escucha por ahí".

"Borges no se preocupaba tanto por la construcción del personaje -explicó Piglia- sino por el narrador. Uno se identifica más con su inteligencia que con sus personajes. Se recuerda más la intensidad de la prosa que los protagonistas, más allá de Funes o Dahlmann, que son brillantes".

Y señaló: "Borges usaba bien modos que parecen ajenos a la literatura en un primer momento, como la reseña o el resumen de un relato, que él usaba como un relato en sí".

Sin embargo, mencionó Piglia, "Renzi dice que la literatura argentina se terminó en 1942, con la muerte de Roberto Arlt. Desde luego, es una provocación, pero supone la pena que Arlt se halla muerto tan temprano".

"Es la sensación -prosiguió- de una muerte que se transforma en un acontecimiento particular. Hay una controversia trabajada ficcionalmente entre Arlt y Borges, donde Renzi pone a Borges en un lugar de cierre y Arlt es el que abre el juego", explicó.

Y precisó: "Renzi dice que Borges es un escritor tan extraordinario que cierra mucho las cuestiones, cada vez que toca un tema es muy difícil volver a ese lugar y tiene claro que la literatura argentina termina con él. En cambio Arlt es mucho más imperfecto, algo que siempre es una virtud. Tiene esa cualidad a la que todos aspiramos".

Renzi, insistió Piglia, "tiene varias dificultades, como una clásica entre los escritores: distinguir la ilusión de la realidad. Le cuesta mucho entender sus fantasías de lo que verdaderamente sucede. Tiene una percepción imaginaria de la realidad".

Según el escritor, le interesa mucho escribir novelas con personajes que estén en una situación radicalizada, "que tengan una experiencia mayor que la de sus lectores. Hay novelas que están ligadas a la experiencia del lector, a mí, por el contrario, me gusta que el personaje central sea alguien más extremo, un gánster, un inventor. Tipos que no responden al canon realista más inmediato".
"En general, mis novelas empiezan porque hay uno de esos personajes. No son como Renzi, él está en otro registro, es el que observa", apuntó.

Para finalizar, Piglia leyó un fragmento de la primera versión de "Vida serial", la novela en la que se encuentra trabajando, donde el narrador es un Renzi ya maduro, de 50 años, que es invitado a los Estados Unidos por una prestigiosa universidad.

Fuente: Télam

(Se ha leido 134 veces.)

Se permite la reproducción de esta noticia, citando la fuente http://www.diarioc.com.ar

Compartir en Facebook

Sitemap | Cartas al Director | Turismo Catamarca | Contacto | Tel. (03833) 15 697034 | www.diarioc.com.ar 2002-2024