"En Córdoba, la media se encuentra entre los 11 y 12 años, al igual que en Buenos Aires. En La Rioja, en cambio, se ubica entre los 13 y los 14 años", señaló la especialista.
"Se observan casos por alcohol y muchos otros donde se mezclan alcohol y drogas y alcohol con medicamentos", sostuvo Gait.
La médica se mostró preocupada porque los padres aceptan con más naturalidad que sus hijos consuman alcohol que estupefacientes. "El alcohol es una bebida social, pero genera adicción", sostuvo.
"Cuando es alchol, los padres lo aceptan como posible. Cuando es droga, muchas veces lo niegan", opinó y se mostró totalmente en contra de que los progenitores avalen las llamadas "previas".