Allí, senama a semana los desafíos ponen a prueba el coraje, y demuestran voluntades de cambio a la vez que la afluencia permanente de sentimientos hacen de las instalaciones que dirige Silvia Sarapura un lugar particular, donde solo los valientes se enfrentan cara a cara con el reto de brindar diversion y felicidad a los cientos de abuelos que ya pasaron por la institución. Tal es el caso del equipo 16 de los valientes profesores de Deportes que conducen las actividades de los 200 abuelos esta semana el CIIC acoje con amor, y que llegaron provenientes de las lejanas localidades de Palo Blanco y Medanitos, en Tinogasta, Andalgalá, Chumbicha, Miraflores, Nueva Coneta, Huillapima y Capital.
Durante su estadía en las instalaciones, los adultos mayores de 60 años desarrollan múltiples actividades pensadas y diseñadas exclusivamente para ellos, acompañados por los profesores que, con edades que oscilan entre los 23 y 35 años están entregados al 100% en su trabajo”, tal como lo expresó uno de los profes del equipo, Juan José Yebra.
La calidez, el cariño y la paciencia con la que tratan a los abuelos llama la atención de todos los que visitan el CIIC y esto se debe a “los valores que nos inculcaron desde la casa y que dia a dia los ponemos en práctica en el trabajo que hacemos y que nos gusta tanto, estamos siempre a su disposiocion porque vemos en cada uno de ellos reflejada nuestros abuelos o nuestros papás”, dijo el profesor Yebra visiblemente emocionado.
Por estos días, los abuelos se divierten bailando merengue, salsa, bachata y regeton “y si se cansan se sientan, descansan un ratito y a veces siguen bailando desde la silla”, recordó sonriente Yebra tras explicar que “regulamos el baile para que nos se pasen de las pulsaciones, estamos pendientes de que hayan desayunado, de que tomen sus remedios, de que no se les baje o suba la presión, de que no les falte el agua, de no trabajar en lugares cerrados para que no les falte el aire, estamos pendientes de muchos detalles”, relató el profe.
Comienzos
Siendo tan jóvenes, la mayoria de los profesores del CIIC se enfrentaron por primera vez al reto de trabajar con adultos mayores. Y como es de suponer todo desafio ante lo nuevo y lo desconocido generó algun temor entre ellos “pero pudimos vencer temores porque nos preparamos para esto y recibimos cursos intensivos de primeros auxilios, dictado por los miembros del equipo de salud del CIIC, para tener conocimientos y herramientas de como actuar ante posibles accidentes o urgencias”, recordó Yebra
Así, el pasado lunes, las combis y colectivos llegaron al CIIC desde distintos puntos de la provincia trayendo pasajeros muy predispuestos a sociabilizar y pasar una semana diferente. “Estamo muy contentos con lo que hacemos y es muy gratificante ver como ellos devuelven el cariño que vos les das. Nos pasó con delegciones anteriores que se despiden con lágrimas y lloran porque no se quieren ir y nos mueven las emociones. Sentimos que estamos devolviendo algo de todo lo que ellos dieron”, recordó Juan José mientras su mirada se volvía a llenar de emocion recordando “miles de anecdotas y cosas graciosas, experiencias de vida que nos toca vivenciar y que nos llevamos con nosotros”.
Anécdotas
Las anécdotas que recordó el profe Juan José Yebra merecían un párrafo aparte. De tanto en tanto su mirada perdia en el infinito, quizás recordando los rostros que quedaron guardados en su memoria. “Una sra del interior nos contó mucho de sus raíces ancestrales, de su pueblo, y aunque no conoce el lugar de donde vienen vamos aprendiendo de las tradiciones del interior. Delegacion a delegación vamos ganando experiencia en como afrontar ciertas situaciones, aprendemos mas sobre ellos, sus anectodas: hace poco un señor tenia miedo de entrar a la pileta porque nos contó que en su pueblo había un río que recordaba haberse metido de chico pero de grande tenia miedo porque el rio se tragaba a la gente y habian muerto muchas personas ahi, como nos decia el. Entonces nosotros le explicamos lo que era una pileta, las escaleras y lo acompañamos a que entre, estaba muy conteto cuando entro al agua por primera vez y después no queria salir”, recordó sonriendo.
Los paseos también son un momento especial para quienes visitan el CIIC. “Me toco llevar a la Catedral a unos abuelos que lllegaron de Pomán, subimos al camarin, escucharon la celebración de la misa y tomaron la comunion, allí un abuelo que me contó que hacía 35 años que no habia vuelto a la Catedral y que la Virgen lo estaba esperando… salí desarmado… es muy gratificante acompañarlos a que compren su recuerdito o que lleven su agua bendita en una botellita”, finalizó el profesor Yebra.
Estudios Médicos
Así, y mientras pasan días de diversion, los abuelos quevisitan el CIIC también tienen acceso a diferentes controles de salud, que abarca el programa impulsado por la Gobernadora Lucía Corpacci. En el Centro de Salud apostado en las instalaciones los abuelos y abuelas pueden realizarse estudios de laboratorio, electrocardiogramas, vacunas, mamografías, papanicolaus, exámenes odontológicos y revisones clínicas.
