“De poder si se podría, pero hay que ver si estamos capacitados para poder hacerlo realmente, no se si las escuelas nos van a preparar para una decisión que tengamos que tomar en la elección de nuestros representantes, a mi me parece que todavía no, a los chicos no nos interesa”, dijo uno de los entrevistados.
“Me parece interesante, pero no a los 16, sino que recién sea a los 18, a mi no me interesa mucho porque no tengo mucho conocimiento de política y esas cosas y lo que hacen los políticos, para colmo en mi casa no se habla de eso porque en mi familia nadie tiene roce con los políticos, y van a votar porque es una obligación, yo por ejemplo prefiero quedarme un domingo a dormir que ir a votar”, contestó otro joven más audaz.
“Estaría como experiencia, ya que en mi caso acompaño a veces a mis padres a votar, pero me parece que estamos en otra onda, no se si vamos a elegir lo correcto al no tener información sobre los políticos a los que votaríamos, pero por ahí escucho que unos cumplen, los otros no, que se viven peleando por problemas de plata o que no hacen lo que dicen, y eso como joven, no se si esta bueno que tengamos que meternos o preocuparnos, como que es cosa de los grandes”, dijo una jovencita.
No son todos, pero la mayoría de los que respondieron coinciden en gran parte sobre el poco interés que les genera tener que asumir una responsabilidad que tal vez sienten que aún no les pertenece. Poco charlan entre ellos mismos sobre las realidades políticas y de situaciones que se viven en su comunidad, sino que están compenetrados en sus vivencias, que se generan en su mundo adolescente, de aprendizajes de relaciones de amistad, de los sentimientos que se crean en la búsqueda o encuentros de parejas, de aspiraciones en el ámbito deportivo o de plantearse entre ellos los problemas que tienen que ver un poco más con los fracasos del quiebre de la familia, entiéndase la ruptura de la relación de sus padres, las cosas materiales a las que pueden o no acceder, y casi muy por debajo de todo, suelen aparecer aquellas realidades que tienen que ver con el desarrollo positivo o negativo de vida social, cultural y política de su pueblo, de su Provincia o de su País.
Pero en menor medida están aquellos que ven la posibilidad de más allá de sentirse chicos o menores, ser ellos protagonistas de una decisión tan importante, la de tener que Votar, aunque de a poco se tengan que informar de que se trata, eso de elegir el destino de su futuro, que sin quererlo, pueda estar en sus manos, si vale ese término.
Gentileza: vocesescritas.com.ar