Nuestros adultos mayores, respetados y escuchados en la cultura oriental, son menos valorados en nuestra cultura occidental, con el pensamiento de un ciclo cumplido. Sin embargo, los adelantos científicos y una mejora en hábitos de vida, ayudan a prolongar los años activos de nuestros mayores y que nuestra sociedad de más jóvenes pueda aprovechar de sus experiencias de vida, en oficios, en trabajos de índole público, científico, intelectual, etc.
En las familias, los hijos y nietos tienen la posibilidad de devolver con afecto y reconocimiento, el amor y el acompañamiento de estos mayores que ofrendaron su vida, para conformar la estructura familiar vigente.