La idea es disminuir la posibilidad de caídas y frenar la natural descalcificación que sufren los ancianos, lo que más tarde lleva a lamentar fracturas óseas de envergadura.
Estas medidas simples se empezarán a proponer a partir del próximo viernes 18, cuando se anuncie oficialmente el Día Mundial de la Osteoporosis, fijado para el domingo 20.