El aporte consistió en alimentos secos, leche, trigo, arroz, fideos, azúcar y aceite, entre otros. Las familias que participan de estas iniciativas aportan la carne y la verdura.
El equipo técnico del área también realizó un relevamiento de las condiciones de preparación de los alimentos, para garantizar que se cumplan normas de higiene y seguridad.
Las cocinas solidarias proponen la asistencia alimentaria a través de una estrategia de trabajo comunitario, que apunta a que las familias preparen sus alimentos en grupo y luego coman en su hogar. Con ello se refuerza el trabajo solidario y los vínculos familiares.