Catamarca
Martes 16 de Abril de 2024
Buscar:

Es que nada de lo humano me es ajeno

Para leer La materia oscura, del ensayista alemán Florian Werner se hace imprescindible cultivar cierto sentido del humor, el mismo que para bajar con la periodista británica Rose George a las cloacas de cuatro magalópolis en La mayor necesidad o enterarse cuáles son las excusas que devela El inodoro y sus conexiones del historiador argentino Ángel Prignano.
Se trata de las heces, la mierda, y no cuentan los remilgos ni la pasión del coprófago urbano aunque entre gustos no hay nada escrito. Este libro, publicado por la casa Tusquets, es una historia cultural.

Werner nació en Berlín, Alemania, en 1971. Es doctor en Literatura, autor de un ensayo, Rapocalipsis: el comienzo del rap y del fin del mundo, y letrista y compositor del grupo musical Fon.

La materia…, como Historia de la mierda, del epistemólogo francés Dominique Lecourt, tiene la virtud de recordar, como decía Louis-Ferdinand Celine, que en la oscuridad suceden las cosas que verdaderamente importan a los hombres.

El patinazo con la mierda del perro, el olor que sale del antro del que acaba de salir ese señor trajeado que se arregla frente al espejo del baño del Burger King, la deposición de Divine en Pink Flamingos, el flato sordo de la señorita en el ascensor, no le dan tregua el cibernauta (por lo general estreñido), justamente porque son productos que no pertenecen al universo digital.

Werner subraya que la sustancia en cuestión devuelve las cosas, metáfora mediante, a la economía de subsistencia: se pierde, se la abandona, se deshace, no vale nada, carece de valor de cambio -no siempre de uso: es inservible en los escaparates del mercado global.

Sin embargo… Werner: "En la misma medida que los verdaderos excrementos desaparecen de nuestra vida, podría decirse que aumenta la mierda producida por la industria y por los medios".

"Es lo que sucede cuando el artista Wim Delvoye construye con gran esfuerzo una máquina para producir mierda de manera industrial, y cuando acompaña a este producto con una mascota que recuerda a Mr. Proper con eslóganes provocadores (Buy Cloaca Shit now!)", escribe.

Para no hablar de la ultra sofisticada galería Saatchi de Londres donde piezas de famosos se venden a precios millonarios en primorosos frascos diseñados para la ocasión. Si el mercado vende mierda, el problema es el estado de las cloacas, focos infecciosos que harían temblar al más pintado, a ese que tuerce los ojos cuando descompuesto, no tiene otra solución que pasar la noche en el trono, hasta que pase la tormenta.

Fuente: Télam

(Se ha leido 162 veces.)

Se permite la reproducción de esta noticia, citando la fuente http://www.diarioc.com.ar

Compartir en Facebook

Sitemap | Cartas al Director | Turismo Catamarca | Contacto | Tel. (03833) 15 697034 | www.diarioc.com.ar 2002-2024