La beba, que se mantiene asistida por un moderno equipo de oxigenoterapia de última generación, llamado VC3, que funciona como un respirador artificial que auxilia mecánicamente la respiración a través de una bomba, especialmente adquirido para ella, para evitarle fatiga.
Este equipo -para cuyo manejo fueron capacitados sus padres- acompaña durante las primeras semanas en su hogar a la beba, quien pesa 3,2 kilogramos y se alimenta de manera enteral.
La madre de detalló que el Ministerio de Salud de la Provincia dispuso de un fisioterapeuta y que las permanentes sesiones permitieron a la niña adquirir movilidad.
La pequeña fue dada de alta el 6 de septiembre en el centro de salud pediátrico Avelino Castelán, de la capital provincial, y fue llevada a la casa de sus padres, Analía Boutet y Fabián Verón, en la localidad de Fontana.
“Este es el primer mes de Luz que podemos festejar en nuestra nueva casa, y estamos muy felices”, aseguró Boutet, quien además mencionó que hoy tienen un doble motivo para festejar, ya que la hija mayor de la familia, Micaela, cumple 10 años.
La madre explicó que la neuróloga, en su última visita, observó el buen comportamiento de la beba a los estímulos, ya que “la seguía con la mirada y escuchaba todo lo que decía”.
Boutet prefiere no hablar de la situación judicial, por la cual se investiga la responsabilidad de los médicos que la asistieron en el parto y dieron por muerta a su hija, y se limita a hablar del “milagro” que representa que la beba esté con vida.
“Ella se aferró a la vida y los peores pronósticos médicos se han superado, esto es lo que realmente nos importa a nosotros”, aseguró.
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