Por su parte, el ministerio de Producción se habría comprometido a interceder en el tema y también a brindarles cursos de capacitación. Además adelantaron que las medidas de fuerza podrían endurecerse con el correr del tiempo.
Carlos Ontivero, uno de los operarios fabriles despedidos, comentó que el ministro de Producción, Luis Mazzoni, buscaría el modo de implementar algún subsidio como anteriormente se había hecho para los ex trabajadores de la fábrica Neba y algunos cursos de capacitación.
“De la empresa aún no hemos recibido ninguna liquidación final. Sabemos que los subsidios y las ayudas que brinda el Estado tienen sus trámites burocráticos. Nosotros estamos convencidos de que la culpa de nuestra situación es del Estado. Sus organismos de control fallaron, sobre todo la dirección de Inspección Laboral. Es por ello que nos vamos a manifestar constantemente frente al Gobierno hasta que nos den una solución”, apuntó.
Asimismo, señaló que cada vez la situación se agrava más y que se están cansando de esperar soluciones. Ontivero recordó que detrás de cada trabajador hay una familia.
Luis Peludero, otro operario afectado por el conflicto, expresó que el despido prácticamente está concretado y que no habría marcha atrás. El subsecretario de Trabajo, Mario Aguirre, nos dijo que iba a comenzar a tramitar para ver qué tipo de ayuda nos podría dar. Nos ofreció un tipo de subsidio para paliar la situación y realizar unos cursos de capacitación. Nos llamarían de a uno para ver en qué nos podemos desenvolver”, indicó.
El trabajador recordó que el promedio de antigüedad de los trabajadores despedidos es de 20 años. Algunos tendrían más, otros menos. Adelantó también que se intensificarían las medidas de fuerza a fin de encontrar una solución.
“Fuimos muy pacíficos, pero todo tiene un límite. Cuando empieza a faltar la comida en la casa, surge la desesperación, ya se verá lo que hay que hacer”, enfatizó.
