Uno de los aspectos más destacados de la feria es que todas las decisiones se toman en asambleas que se realizan periódicamente y en donde se regulan distintos aspectos del funcionamiento: desde la ubicación de los stands, publicidad y difusión de la propuesta, hasta el acompañamiento de ferias hermanas que se realizan en otros puntos de la provincia.
La Ashpaypa constituye uno de los espacios de comercialización de la economía social que pudo, a través de un trabajo organizado y sostenido en el tiempo, posicionarse como referente para los emprendedores catamarqueños. Su historia puede remontarse a las experiencias de trueque que siguieron a la crisis de 2001 y de las iniciativas laborales autogestionadas.
Al principio, de manera informal, los productores comenzaron a vincularse entre ellos y luego institucionalmente con el municipio capitalino para lograr crear un espacio concreto, que recién se pudo hacer realidad con la aprobación de la Ordenanza Nº 3624 de Creación de Ferias Francas Barriales.
A partir de allí, la organización de la feria de la plaza de la Estación se fue consolidando con el acompañamiento de distintas instituciones del medio, entre ellas, el Ministerio de Desarrollo Social, a través de la Dirección Provincial de Economía Social para el Desarrollo Local.
La cartera social provincial apoyó financieramente el espacio a través del programa Emprendedores, la provisión de un equipo de sonido y el fortalecimiento técnico de la propuesta.
La titular de Economía Social, Liliana Méndez, mencionó la importancia que tuvo la Ashpaypa como lugar de comercialización para los emprendedores, y destacó la organización de la feria franca, que permite que la iniciativa se mantenga y se fortalezca.