Zambas, chacareras y vidalas, se entrelazaron con poemas y narraciones que invocaban a su tierra, su gente, sus costumbres, sus fiestas; mientras que en pantalla transcurrían escenas y postales de Mutquín, especialmente de sus paisajes, de sus carnavales, de sus festividades religiosas.
Durante el espectáculo se distribuyeron además –a modo de souvenirs- bolsitas con hierbas aromáticas propias del lugar y se convidaron nueces confitadas a los presentes, con lo cual quienes disfrutaban de la feria pudieron sentir también los aromas y sabores de la Catamarca profunda.
Durante los 40 minutos que duró la propuesta, los artistas lograron crear una atmósfera especial y que los presentes se transportaran, imaginariamente, desde esa gran urbe a un pueblo del interior de Catamarca.
Muchos curiosos visitantes de la feria interrumpieron su recorrido por los stands, convocados por los ecos llamadores de la caja del poeta Morra y por la música que echó a volar la guitarra de Torres, y se quedaron a disfrutar de este homenaje catamarqueño a los pueblos del interior.
La propuesta formó parte de la rica agenda cultural programada por la Secretaría de Cultura de Catamarca, a través de la Dirección de Bibliotecas y Archivo, en el stand institucional que la provincia tiene en la 39° Feria del Libro de Buenos Aires, ubicado en el stand 3040 del pabellón Ocre.