En el trayecto hubo dos momentos muy especiales cuando algunos enfermos y el personal del Instituto Médico de la Comunidad salieron al paso de la marcha de fe. En el lugar, el Padre Tapia hizo una oración por las personas enfermas y por el personal del centro de salud y miembros de la Pastoral de Salud, quienes trabajan intensamente en esa institución con la colaboración de sus directivos.
El otro momento emotivo se registró en el Hogar de Ancianos Fray Mamerto Esquiú, donde los abuelos, acompañados por empleados de la institución, se ubicaron en la vereda del hogar para recibir a San Antonio de Padua, ocasión en que se vivieron escenas conmovedoras de fe, amor y esperanza.
Tras el regreso de la imagen al templo, se celebró la Santa Misa , luego de la cual, como ya es tradicional, se sirvió un locro popular, que vino a recomponer los cuerpos en una jornada muy ventosa y con baja sensación térmica, pero que no opacó el brillo de la fiesta patronal.