Además del entrenamiento específico, se estimulará la formación de microemprendimientos productivos, de manera que el recluso pueda dominar un oficio
que le asegure un sustento una vez que recupere la libertad.
En una primera etapa, se pondrá en marcha una capacitación de oficios textiles para que los internos confeccionen prendas escolares, como pantalones de gimnasia, buzos, guardapolvos y remeras. Se prevé que las prendas elaboradas en las cárceles se comercialicen y que el dinero sea repartido entre la comunidad y las familias de los internos.
Para ese fin, la cartera social, a través de la subsecretaría de Inclusión y Desarrollo, aportará los insumos necesarios para la producción textil.
El objetivo principal del proyecto es fortalecer la calidad de vida de los internos, y destacar la cultura del trabajo y la importancia de que cuenten con un oficio al recuperar la libertad.