"Señor Presidente Mahmoud Abbas, en este lugar donde nació el Príncipe de la paz, deseo invitarle a usted y al Señor Presidente Shimon Peres, a que elevemos juntos una intensa oración pidiendo a Dios el don de la paz", manifestó Francisco.
Los mandatarios aceptaron concurrir al encuentro a realizarse en el Vaticano, en fecha todavía no definida, pero que sería en las próximas semanas ya que el cargo de Peres finaliza a finales de junio.
Este mensaje de paz entre los pueblos tuvo un enorme gesto simbólico cuando, de camino a la plaza del Pésebre en Belén, y en un acontecimiento que no estaba previsto en el cronograma oficial, el pontífice descendió del coche que lo trasladaba para rezar ante el muro de separación erigido por Israel y que aisla a Cisjordania.
El papa estuvo cinco minutos en silencio, tocó su cabeza frente al muro y, sin decir ninguna palabra, continuó su trayecto.
La agenda en Palestina terminó con la visita del líder de la Iglesia Católica al campo de refugiados de Dheisheh.
"No dejen nunca que el pasado les determine la vida. Miren siempre adelante, trabajen y luchen por lograr lo que ustedes quieren", fueron las palabras de Jorge Bergoglio ante decenas de chicos que con carteles demandaron el fin de la ocupación en el territorio.
"Sepan que la violencia no se vence con la violencia. La violencia se vence con la paz, con el trabajo y la dignidad de llevar la Patria adelante", explicó.
Tras su paso por Cisjordania, el pontífice arribó al Aeropuerto Internacional Ben Gurion de Tel Aviv donde fue recibido por el presidente Shimon Peres y el primer ministro Benjamin Netanyahu.
Fuente: Télam