Los vientos en la zona podrían alcanzar los 48 kilómetros por hora y se espera que se mantengan en ese nivel este lunes, dijo Drew Peterson, del Servicio Meteorológico Nacional en Sacramento, al diario "Los Angeles Times".
Más de 2.800 bomberos combatían activamente las llamas apoyados por aviones cisterna y topadoras. El Servicio Forestal aseguró que el incendio podría crecer debido a las condiciones "extremadamente secas y el terreno inaccesible", consigna un despacho de la agencia alemana de noticias DPA.
El fuego alcanzó el viernes último el extremo noroeste del parque nacional Yosemite, un reconocido destino turístico y uno de los más populares del país que, según su sitio web, seguía abierto y prácticamente sin humo.
El gran incendio está cerca de dos montes de sequoias gigantes que son únicos en la región. Las autoridades del parque estaban adoptando precauciones especiales para impedir que los árboles, que son de los más grandes y viejos de la Tierra, resulten dañados, informó el "Los Angeles Times".
"Todas las plantas y árboles en Yosemite son importantes, pero las sequoias gigantes son increíblemente importantes tanto en si mismas como por ser símbolos del sistema de parques nacionales", advirtió el portavoz del parque, Scott Gediman.
El fuego también podría representar una amenaza para el suministro de electricidad y agua de San Francisco, ubicada 300 kilómetros al oeste. La ciudad cuenta con líneas de alta tensión cerca de la zona incendiada y el 85% del agua proviene de un embalse a unos seis kilómetros del incendio, según CBS News.
Dos de las plantas de energía hidroeléctrica de la ciudad fueron cerradas. El gobernador de California, Jerry Brown, declaró el viernes el estado de emergencia para San Francisco y advirtió que las líneas de transmisión y otras infraestructuras eléctricas que alimentan a la ciudad se encontraban en una situación vulnerable.
Fuente: Télam