Entre esas actividades figuran encuentros del escritor con líderes europeos, como el francés Francois Mitterrand, y activistas de izquierda latinoamericanos, principalmente de Chile, Colombia y El Salvador, así como su cercanía con el gobierno cubano de Fidel Castro.
"La casa de Gabo (en la capital mexicana) era un consulado alternativo", señala el diario, a partir de los informes de inteligencia que comprende desde la década de los 60- cuando el colombiano se instaló en México- y hasta 1985.
A partir de esa fecha los archivos continuaron siendo clasificados en el Centro de Investigación y Seguridad Nacional.
"El escritor de nacionalidad colombiana informó a Jorge Timossi, director de la agencia de noticias cubana Prensa Latina, que todos los derechos del libro ’Crónica de una muerte anunciada’ pertenecen al gobierno de Cuba, porque él se los obsequió", figura en uno de los archivos.
García Márquez "además de ser procubano y soviético, es un agente de propaganda al servicio de la Dirección de Inteligencia de ese país (Cuba)", señalaba otro de los reportes de los servicios de inteligencia mexicana fechado en 1982 y reproducido ayer por el rotativo.
El autor de "Cien años de soledad" estuvo sometido a una vigilancia atenta desde los años 70 y aunque ella no llegó a penetrar su círculo íntimo para obtener información, sí hubo espionaje telefónico, según se desprende de los archivos que hasta hoy permanecieron inéditos.
En la nota, El Universal anunció para hoy una segunda entrega sobre la relación cercana entre el novelista y Fidel Castro
Fuente/ 26noticias.com.ar