"Muy rápido en forma espontánea, cuando al mediodía la Plaza de Mayo empezó a llenarse y personas de distintas procedencias, sin un orden, decidieron dejar sus mensajes por escrito, surgió la síntesis de toda una mezcla de sentimientos en dos consignas claras: ´Gracias Néstor´ y ´Fuerza, Cristina´", describe.
Sebastián Miquel (Argentina, 1975) es fotógrafo y politólogo. Ha expuesto sus fotos en diferentes museos y galerías del país, como el Palais de Glace, el Museo del Bicentenario o el Museo Sívori. En 2010 publicó el libro "Abya Yala, hijos de la tierra", un recorrido documental sobre la organización Túpac Amaru.
Para la intérprete Liliana Herrero "los escritos en las paredes y en las telas acompañaron multitudinariamente a este hombre que se había ido para siempre, este Néstor que algo profundo de nosotros había comprendido estaba decidido a recuperar y reformular viejas utopías".
"Pero ese día se fue y nosotros, todos, sentimos que, aún con esperanzas por el camino trazado, estábamos en la intemperie más absoluta", agregó.
"Si tuviera que sintetizarlo -apunta el periodista y escritor Eduardo Anguita-, creo que Néstor fue un gran intérprete. Se dio el gusto de mirar a Argentina desde la Patagonia con esos ojos un poco raros que él tenía, y cuando le tocó ponerse la camiseta número cinco, era el tipo mejor preparado".
"Fue un sentimiento de pérdida y una necesidad profunda de agradecer algo lo que nos llevó a todos a la plaza", dice el artista plástico Adolfo Nigro.
Y Andy Kusnetzoff recuerda: "Enterarte al aire de algo así es muy fuerte, desde ya el programa se transformó a partir de esa noticia. Hicimos como seis entrevistas a personas que creímos que podían aportar... en un momento me sugirieron que siguiera con otra cosa, pero era imposible. No podía cortar y hacer un juego. Estábamos todos impregnados de ese estado de ánimo y yo sabía que estaba viviendo algo histórico".
"Néstor, además de la alegría nos devolviste la identidad", exclama la dirigente Milagro Sala y el escritor Mempo Giardinelli subraya que "ningún presidente desde por lo menos Juan Perón entre el 46 y el 55 produjo tantos y tan profundos cambios positivos en y para la vida nacional".
"Murió en la plenitud de su vida y la gran paradoja de que su desaparición desarmó a los adversarios. Quedaba en pie la obra, el compromiso, la estrategia. Se tornó más nítido lo realmente importante", señala el historiador Hugo Chumbita.
Y el músico Raúl Carnota evoca: "Me uní al ejército doliente y silencioso que caminaba hacia Plaza de Mayo. Familias enteras. Algunas portaban banderas argentinas. Nada de pancartas o escudos".
Jóvenes llorando, parejas en silencio caminando, banderas argentinas de todos los tamaños desplegadas en la plaza, mensajes escritos ahí nomás y esparcidos en el suelo uno al lado del otro, gente haciendo fila para despedirse, o bajo la lluvia el 29 abrazados o corriendo detrás de los coches en el último adiós, son imágenes tomadas por Miquel, esos días entre el 27 y el 29 de octubre.
Fuente: Télam