Y continúa: "como el mismo Alberto reconoció, la historia argentina, tal como la aprendió en la escuela primaria, le parecía un «jeroglífico», y al leer las memorias del General Paz se interesó por la vida del personaje y así pudo entender la historia de la Argentina".
"Junto a estos trabajos -explica Smoje- se expone «Carteles»: Alberto conseguía carteles publicitarios y los intervenía. El «arte industrial» (publicitario) como materia prima se enriquecía con el trabajo artesanal (pintura, textos), que en manos de nuestro artífice se transformaba en obra de arte".
Y afirma: "ambas muestras dan cuenta de su personalidad artística. Por un lado, atento a lo que sucedía en los márgenes artísticos y sociales, fiel a su ideología comprometida con las luchas de los explotados y oprimidos, sin preocuparse por las modas ni por los condicionamientos del mercado, Alberto se nutría de los intersticios de la cultura popular".
"Y por el otro, suerte de pintor viajero (vivió en Brasil, Italia, Francia, Portugal), Alberto iba y venía a Buenos Aires, pero en cada ciudad que habitaba dejaba su impronta en el espacio urbano por el que circulaba incansablemente. Una vez más, su obra vuelve a la ciudad que lo parió y vio crecer", concluye el director del museo.
Fuente: Télam