Tareas efectuadas
Las tareas realizadas incluyeron la restauración del retablo barroco de época de tres calles. Esta hermosa obra artística data del año 1875 y es traída por el recordado cura Victoriano Tolosa desde la provincia de Tucumán. Por su resolución y diseño fue realizada en madera de cedro real por excelentes maestros carpinteros. Mide 4,5 m. de ancho y 6 m. de altura, ocupando casi la totalidad del muro de la cabecera del templo. Comenzando por la base se aprecia un sotobanco o mesa de altar corrida, con un perfil superior muy moldurado con entrantes y salientes, que se adapta a la compartimentación de este cuerpo. Por la parte inferior corren entrantes y salientes. Sobre el módulo asentado en el sotobanco se aprecian la capilla en la parte central y las tres calles del retablo, separadas por pilares a base de molduras en sus frentes con el remate en pilares en cada extremo.
Los planos o frentes de las tres calles también se adornan con molduras que forman áreas muy definidas, siendo la central en forma de capilla en la cual se ubica la bella Imagen de Nuestra Señora del Rosario. Estos separan y rellenan las mismas completamente con finas tallas, entre cuyos motivos se distinguen rombos y triángulos en relieve, en bello juego de ángulos, en estos tres altares se alza el gran cuerpo principal, articulado en tres calles con hornacinas para acoger las imágenes titulares del templo parroquial.
Un repaso por el pasado
Antiguamente, la cabecera departamental era en la localidad de Amadores, y allí sobre la ruta vieja se encuentran las ruinas del templo de 1700, construida por los paquilingastas, antiguos pobladores de la zona, bajo la dirección de los Padres Jesuitas. Se levantó piedra sobre piedra con revoque de barro y paja, siendo su estructura adintelados y escaleras construidos por la noble madera de quebrado colorado, trabajadores y modelados con hacha.
En 1869 se erige canónicamente la parroquia de Paclín, siendo la primera parroquia construida con adobe y piedra en Paclín Viejo, que a principios del siglo pasado se derrumbó. En 1925 se inauguró el actual templo parroquial, que esta vez recibió una importante restauración.