Estos incrementos se suman a las subas en combustibles, educación y expensas que se aplican con fuerza desde marzo.
El secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, autorizó subas de hasta el 19 por ciento a 21 empresas alimenticias que elaboran marcas de primera línea, aunque esas decisiones nunca son oficializadas por un esquema cada vez menos transparente.
Las subas se vienen aplicando desde que arrancó julio y también involucran a cosméticos, artículos de limpieza y perfumes.
"Muchachos aumenten, pero que se note lo menos posible", es una de las frases atribuidas a Moreno por un empresario del sector, y que nunca podrá ser corroborada, pero lo concreto es que cualquiera que vaya al supermercado corroborará las subas, aunque el ministro de Economía, Amado Boudou, considere que no hace falta un plan de lucha contra la inflación.
Entre las alimenticias autorizadas a subir precios se destacan La Serenísima y SanCor, la panificadora Bimbo, Ledesma, Nestlé, y Celusal.
Los chocolates Cadbury, considerados premium por Moreno, recibieron el aval para aumentar 19 por ciento.
Para el INDEC, a esta altura un organismo totalmente desacreditado ante la opinión público y motivo de ironías de grueso calibre entre los especialistas, el INDEC subió 0,7 por ciento mensual, un incremento del 5,9 por ciento desde comienzos del año y que proyecta un aumento del 11 por ciento interanual.
Pero alimentos y bebidas no son los únicos, aunque sí los principales, rubros que destrozan el presupuesto familiar.
En los próximos días, los estacionamientos para autos costarán hasta 30 por ciento más, aunque en determinadas zonas del microcentro se especular con que el ajuste sería aún mayor.
Eduardo Sánchez, presidente de la Cámara de Garages y Playas de Estacionamiento, había remarcado que "si nos siguen aumentando los servicios básicos u otras cuestiones como el ABL, que hace rato se disparó, tendremos que volver a trasladar esos sobrecostos a nuestros clientes".
En cuanto a las variantes por hora, las oscilaciones también se observan. Los costos pueden ir desde los $ 7 hasta los $ 13, siempre dependiendo del barrio en que se estacione.
Luego de estas subas, hoy el precio tope que se deberá abonar por mes en una cochera puede alcanzar hasta $ 1.300 en barrios como Las Cañitas, con pisos de $ 450 en zonas menos preferenciales de la Capital Federal.
Las prepagas ya enviaron cartas de sus clientes explicando que aumentarán un 15 por ciento mientras que las aseguradoras informaron de un incremento del 20 por ciento.
En el caso de las aseguradoras, el tema toca de cerca el problema de inseguridad.
"Los ajustes son necesarios para hacer frente a un "mayor siniestralidad", señala una de las cartas enviadas por una de las principales aseguradoras del mercado.
A esto se suma que mantener controlados los precios de la electricidad en un contexto de inflación, encarecimiento de las importaciones y falta de gas doméstico es una tarea cada vez más onerosa para el Gobierno y obliga a transferencias de recursos mayores a las previstas.
Las compañías públicas encargadas de sostener las tarifas, como Cammesa, la administradora del mercado eléctrico, y Enarsa, el brazo operativo de la administración de Cristina Fernández para atender emergencias en el sector, recibieron el martes 1.500 millones de pesos adicionales, de acuerdo con el Boletín Oficial.
La primera recibirá 1.000 millones de pesos y la segunda 500 millones. Así, las asignaciones extra para el sector energético en el año suman 3.370 millones de pesos.
Además de los crecientes subsidios, el Gobierno les debe cerca de 2.500 millones de pesos a las generadoras privadas.
Ferreyra
Por: Andres el 22-07-2010 a las 15:34