La víctima, Marisol, había ido a comprar pan alrededor de las 18 del lunes y no regresó a su casa, en el humilde barrio de la infancia del ídolo futbolístico Diego Maradona, donde la novedad causó una conmoción.
"Yo entré a la casa y vi a la nena muerta en un charco de sangre, descuartizada", dijo una vecina.
Decenas de personas se habían congregado frente a la casa del crimen cuando la Policía Bonaerense retiró el cuerpo, anoche.
"Yo lo quiero matar, lo quiero matar con mis propias manos a ese hijo de puta", dijo llorando José, el padre de víctima, quien fuera de sí pedía que la policía le entregara al presunto homicida.
Una vecina reveló que el presunto homicida vive allí con un hermano, que huyó por temor a ser golpeado también.
La indignación de los vecinos tomó también la forma de amenaza de destruir la vivienda del presunto criminal.
"¿Qué? ¿Nos tenemos que quedar de brazos cruzados? ¿Qué la van a dejar la casa ahí? ¿De recuerdo? Se va la policía y rompemos todo. No va a quedar nada. ¿Para qué? ¿Para que venga el hermano y agarre otra criatura y vuelva a hacer lo mismo?", dijo una mujer.
Fuente/ 26noticias.com.ar